Ask (Editando)

XXV- Nueva vida.

-Las paredes se iban cayendo a mí alrededor. Mamá estaba sangrando a mi lado y el maldito de mi padre se reía a unos cuantos metros. Mi hermana pequeña lloraba junto a Carlo y yo tenía sólo una bala-la chica sollozó-Le disparé y luego mamá despertó y me empezó a gritar y no sé bien lo que pasó luego yo sólo… sólo…

-Gracias, Gina, recuerda que estamos aquí para apoyarte con lo que sientes, porque, ¿Cómo es nuestra frase, chicos?

-Es suicidio la última opción que debemos tomar.

-¿Quieres contarnos tu historia, Kim?

Cerré los ojos, era lo más lógico. No había hablado en toda la hora y simplemente veía las desastrosas vidas de los demás.

Suspiré mientras recordaba las palabras de Carlo.

-Mi padre está muerto. Digo, mi verdadero padre y es horrible porque el padre que creía que era mi verdadero padre asesinó a mi padre biológico y mi madre me odia porque Victor no la quiere ver. Todo es su culpa, ella se acostó con un hombre que ya tenía una esposa y un hijo, además era el hermano de su esposo. Victor se enteró y lo mató, dejando a Carlo sin padre. Luego se cansó de mie existencia y de la mierda de familia que teníamos, así que se fue. Nos dejó solas haciendo que mi madre y mi hermana me odien. Ya lo íbamos superando hasta que un acosador de Ask me empezó a hablar conmigo pero después era un enviado de mi padre. Me gusta ese chico así que dejé pasar ese hecho para luego darme cuenta de que mi hermana había desaparecido y que mi padre era el culpable. La policía encontró sangre en la escuela y yo iba camino al bosque y Victor me disparó y Carter me dejó, igual que mi hermana y mi madre se está volviendo loca porque ha recibido llamadas extrañas y yo no tengo a nadie-dije rápidamente mientras miraba mis manos.

-Nos tienes a nosotros.

-Sólo porque tienen mi dinero. Por esa clase de frases no quería venir a ésta mierda.

Tomé mi mochila y salí caminando tranquilamente por los pasillos del instituto. ¿Desde cuándo había prestado el director su espacio para que los chicos “depresivos se puedan expresar libremente con otros chicos más depresivos”?

Abrí las grandes puertas que daban al gimnasio y me senté en una de las gradas. Revisé Ask otra vez con la falsa esperanza de que Carter Lowell me hubiera hecho una pregunta.

Nada, sólo mensajes de Carlo Blake.

Carlo: ¿Cómo te ha ido en el grupo?

Kim: ¿Cómo crees?

Carlo: Mmmmm, ya me imagino. Tu madre sigue histérica. Hoy le mandaron una foto de sangre.

Kim: Victor se está pasando.

Carlo: No estamos seguros de que sea Victor.

Kim: ¿Estás defendiendo al asesino de tu padre?

Carlo: Cálmate, hermana. Te veo en casa, ciao.

-¿Kim?

Levanté la vista de la pantalla al darme cuenta de que Jules se sentaba junto a mí.

-¿Mmmm?

-¿Qué haces aquí?, pensaba que sólo hoy venían los chicos que tienen problemas.

-Pues atinaste, mamá no sabe qué hacer conmigo así que me mandó a inscribirme en esa porquería. ¿Y tú?

-Vine a recoger a Gina.

Lo miré por unos segundos. Se sonrojó rápidamente y miró sus converse.