2. ¡Tú!

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Me despierto como cada día con la mejor energía del mundo —que se note el sarcasmo, por favor— y me estiro, restriego mis ojos para poder aclararme la vista

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Me despierto como cada día con la mejor energía del mundo —que se note el sarcasmo, por favor— y me estiro, restriego mis ojos para poder aclararme la vista. Me levanto de la cama un poco adormilada, salgo de mi habitación para dirigirme hacia el cuarto de baño que queda enfrente de mi habitación.

Después de haberme duchado y haberme dicho mis palabras alentadoras de cada día salgo en busca de mi ropa para poder ir presentable a mi trabajo. La Editorial Letras es muy reconocida a nivel global donde muchos de nuestros clientes escriben sobre el género romance, misterio y fantasía. Tenemos libros que son Best Sellers, donde el más reconocido es "Corazón hecho palabras" escrito por nuestro jefe, quien ha fundado la editorial.

Me alegra decir también que al ser diseñadora gráfica especializada en ilustración me he sentido orgullosa ya que yo he diseñado la portada al igual que otros libros muy vendidos, además lo bueno de trabajar ahí es que por cada libro nuevo que se vende del que yo haya realizado la portada tengo un ejemplar gratis.

Termino de verme en el espejo de mi habitación, he optado por unos jeans negros, una blusa blanca de escote en v y un blazer rojo carmesí. Para los zapatos escogí por unos tennis, el cabello me lo he dejado suelto ya que aún lo tengo un poco húmedo. Yo tengo el privilegio de poder ir cómoda a mi trabajo ya que no es contacto muy directo con los clientes y puedo darme ese lujo, en cambio el área de ventas debe estar lo más presentable posible. Por último aplico un poco de perfumo a los lados de mi cuello.

Agarro mi cartera color crema y salgo de la habitación encontrándome con mi abu sentada en el sillón individual admirando el amanecer que nos brinda la ciudad.

—Buenos días abu —la saludo depositando un beso en su mejilla—. ¿Cómo amaneciste?

—Amorcito bello, buenos días —me corresponde el saludo—. Me encuentro perfectamente bien. ¿Y tú Adara?

Mi abu es una señora de sesenta y cinco años, es bajita pero con mucho amor para dar, su cuerpo un poco gordito lleno de cariño. Tiene el cabello rizado donde solo en las puntas se logra apreciar su color natural que es café lo demás está cubierto de canas. Sus ojos café claro que siempre me transmiten paz y su voz muy dulce para mis oídos. Para mí es como una madre, ella me adoptó cuando estaba muy pequeña. Aída es la mejor persona que conozco, siempre alegre y tratando de ayudar a los demás, tiene demasiado buenos sentimientos que a veces me pregunto si no se le presentará una enfermedad como la diabetes con tanto amor en su organismo.

—Bien abu, con un poco de sueño —le digo abrazándola—, porque me quedé hasta tarde viendo películas.

—Está bueno tomarse un tiempo del trabajo, amorcito —me habla con tanta ternura—. Siempre pasas trabajando.

—Lo sé, pero se me hace feliz abu. —Le sonrío y besa mi frente.

—Te quiero muchísimo, Adara —me acaricia mi mejilla—, muchísimo.

CELESTIALS [Mer]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora