Adara Collins
Llego al trabajo, últimamente me da un poco de nervios al llegar, ya que digamos que Calix a ha estado un tanto diferente conmigo y eso solo hace que en mi estómago comience a cosquillar un poco. Despierta cosas en mí que muy pocas veces mi género opuesto logra hacer.
No puedo negar que me siento atraída hacia Calix, él tiene ese toque de misterio que te incita a descubrir nuevas cosas que no sabías que querías probar, pero necesitabas. Paso primero por el baño de la editorial para poder arreglar mi maquillaje, le he prestado mi auto a Bridget y me ha tocado caminar hasta la editorial. Fue un camino bastante largo.
Me veo en el espejo notando mis ojos con unas pequeñas motitas de color azul, a veces aparecen cuando hace mucho sol y tengo contacto con este. Me gustan mis ojos, es una de las cosas favoritas que tengo de mi ser aparte de mi cabello que a cualquiera llama la atención siendo rojizo. Salgo del baño después de haber comprobado que me veo bien el día de hoy —porque hay otros días donde me veo horrible—.
Soy una de las primeras personas en llegar a la editorial, normalmente mi hora de llegada es a las ocho de la mañana, pero siempre llego temprano y esta no es la excepción. Saludo a la secretaria del tercer piso —mi área de trabajo— y sigo con mi camino para adentrarme a la oficina donde me ubico en mi cubículo para comenzar el día.
—Buenos días, Adara, siempre temprano —escucho la voz del señor Miller desde la puerta, levanto mi vista y lo veo, le sonrío en respuesta—. Algún día debes darte un descanso, sabes que no tengo problema en ello.
—Creo que no me cansaré, es mi trabajo —me encojo de hombros riendo un poco.
El señor Miller suspira, se ve realmente mal, es un hombre un poco solitario. Es buena persona, eso no lo puedo negar, pero a veces me da la impresión de que solo busca momentos de felicidad porque en un pasado debe de haber sufrido. A pesar de ser mi jefe lo considero como un amigo, él me dio mi trabajo soñado confiando en mí hace dos años, tuve que dejar la universidad porque mi abu ya no podía seguirla pagando y con la poca experiencia que tenía apliqué en dicha editorial por lo que el señor Miller me dio su apoyo.
—¿Se encuentra bien Andrew? —me atrevo a preguntarle, siendo un poco atrevida y con cautela.
—Hace diez años que una persona muy especial para mí se fue —dice un poco nostálgico recostándose en el marco de la puerta—. Hoy un cuatro de febrero.
—Lo siento mucho, Andrew —digo un poco apenada por haber preguntado—. No debí de haber preguntado.
—No te preocupes, Adara —me hace un gesto con la mano para restarle importancia.
—Perdón por ser un poco atrevida —me disculpo por lo que preguntaré—, pero ¿Quién era?
—El amor de mi vida —sonríe y niega con su cabeza, debe de estar recordándolo—. Ella era y es la inspiración para todos mis libros, como la amaba.
—Señor Miller ha despertado mi curiosidad, pero soy su más grande fan lectora —le digo y eso hace que él ría, una risa ronca y grave—. Mi libro favorito es Corazón Hecho Palabras.
Asiente con su cabeza viendo el rumbo que quiero que tome la conversación, realmente me intriga ello.
—Te daré la respuesta que todos los medios siguen haciendo hasta el día de hoy sobre el misterio que esconde el libro —entra y se sienta en una silla libre de uno de los cubículos—. Pero no le digas a nadie, prefiero dejar el misterio.
—Lo prometo —alzo mi mano riendo, soy su más grande lectora, de hecho, yo hice la segunda edición del libro o más bien la portada de este.
—Danielle se llamaba, para mí era Elle —mira al suelo sonriendo—, ella era una persona increíble, la amaba, era el amor de mi vida. Pero a veces la vida es injusta y arrebata a personas en momentos desafortunados.
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CELESTIALS [Mer]✔
Fantasy¿Sabes que la tierra se dividió hace años? Bueno, creo que no lo sabías seguramente, no te preocupes que eso te lo contaré aquí. Siempre hemos creído que la tierra era de colores, toda una gama de estos, aunque, la verdad es que siempre ha sido blan...