Cap.25

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-¡Cumpleaños, feliz!-Terminaron de cantar todos los invitados. Mi dulce hija sopló las velas con ilusión, las cuales se apagaron enseguida, dando por completo su quinto cumpleaños.

Todos comenzaron a aplaudir, y le pasaron todos los regalos. Sonreí cuando Daniel besó su mejilla, regalándole un tierno dibujo de un coche pintado de rosa fucsia. Mi marido la levantó en brazos y la hizo girar por los aires, causándole risa y que los demás aplaudieran con más fuerza.

Todo era muy feliz.

-¡Mira, mira, Helen!-Gritó una de sus amigas.- ¡Lo que te he comprado yo va a superar a todos los demás!

La niña le pasó un regalo con forma de caja, y mi hija, muy contenta, se deshizo del papel que lo envolvía. Lo abrió y descubrió que dentro, había un bebé de plástico con varios conjuntos para vestirle. Al parecer, lloraba, reía y hacía pis en los pañales. Vaya, el sueño de toda niña.

-¡Me encanta, Jenny! ¡Es fantástico!-Chilló con emoción.- Pero, ¿a qué tú no sabes que yo tengo uno de verdad? Es mi hermanita.

-Eso es mentira.

-No es mentira, mi mamá la tiene en brazos. Mira.

Helen me señaló y sonreí, mostrando a la pequeña Cristal durmiendo. Se veían todos tan adorables.

Después de abrir todos los regalos, (que por cierto, habían muchísimos), nos dispusimos a sentarnos en las hamacas de la piscina. Los niños jugaban corriendo por el jardín, y los adultos, que en realidad éramos Kendall, yo y todas las madres de los pequeños, charlamos sobre nuestros hijos.

Amber caminó hacia donde nosotros y se sentó en el regazo de Kendall.

-¿Qué te ocurre, linda? ¿Por qué no juegas con los demás?

-Todos son amigos de Helen. Me aburro.

Mi esposo sonrió y apartó un mechón rubio de su cara.- Pues Daniel está jugando muy bien con ellas.

-Esque lo están utilizando porque están jugando a mamás y papás, y como es el único chico, pues lo utilizan de padre. Y todas son mayores que yo, y... Estoy un poco sola.

-No digas tonterías, ve a divertirte. Tú eres la dueña de la casa, así que tú mandas.

Reí y negué con la cabeza.- No le des tanto poder a la niña, Ken. Va a pensar que puede con todos.

-Esque puede con todos.-La apoyó el rubio.

-¿Por qué los abuelos no vienen a la fiesta de Helen?

-¿Los abuelos?-Preguntó extrañado.

-Sí. En todas las fiestas donde he ido yo, van los abuelos y los tíos. ¿Por qué el abuelo Jack, el abuelo Kent y la abuela Kathy no vienen a la fiesta? Casi nunca los veo. Además, la tía Alice y el tío Logan también podrían venir. Con ellos no me aburriría.

Kendall me miró un poco sorprendido.- Vaya... Veo que estás atenta.-Negó con la cabeza.- Ellos no pueden venir, cariño. El abuelo Kent y la abuela Kathy... Ellos no van a volver a vernos. Se han ido de viaje a Japón y se han hecho amigos de los japoneses. -Mintió. Solté una carcajada de lo estúpido que sonaba eso.- Tal vez algún día nos envien una foto.

-Papi...-Gimió.- No soy tonta.

-Es la verdad.-Continuó con las mentiras.- En cuanto a la tía Alice, al tío Logan y al abuelo Jack, ellos viven en Inglaterra. No pueden venir a nuestros cumpleaños, tendrían que coger un avión cada vez y cuesta mucho dinero. Además, el abuelo tiene que trabajar y no tiene tiempo.

-No es justo.-Dijo convencida la niña.- ¿Por qué tengo que quedarme yo con mi hermana y las amigas de mi hermana cuando puedo jugar con Alice?

-Porque es lo que toca.-Objeté un poco cansada de esta conversación.- Vete con ellas. Si juegas, seguro que te lo pasas bien.

-¡Pero es que yo me aburro!-Mi esposo volvió a reír.- ¡No te rías, papá, porque es verdad!

-Ve con Daniel...-Alargó.- Él te quiere y jugará contigo. Róbatelo un momento y os escondéis para que no os pillen.

-Eso es ridículo.

-¿Quieres aburrirte?

-No.

-Pues anda. Ya te está esperando.

Y una vez más, me reí por las tonterías que tenía mi marido en su cabeza.

-Por cierto, ¿Dónde está nuestro hijo?-Pregunté algo confusa. Tan sólo hacía unos instantes, jugaba con las niñas en el césped.- Kendall, ¿Has visto a Daniel?

-Tranquila, estará por ahí con ellas.-Dijo poniéndose sus gafas de sol y recostándose en la tumbona.- Además, seguro que Ambs lo cuida muy bien.

-Kendall.-Le avisé intentando localizarlo con la mirada. No se le veía por ningún sitio.- Espero que no haya ningún otro criminal que intente arrebatarnos a nuestra familia.-Gemí.

-Hey, pues claro que no.-Me miró y tomó mi mano.- Eso ya terminó, ¿Recuerdas?

-¿Pero entonces, dónde está Daniel?

-Cariño... No estará muy lejos, tan sólo...

Y se escuchó un grito. Me sobresalté y mi esposo se levantó de inmediato de la tumbona, intentando identificar de dónde provenía. Sentí que Cristal se removía en mis brazos, y de un momento a otro, comenzó a llorar. Una mujer, la madre de Jenny estaba asomada en la piscina y miraba con terror el agua. 

Kendall corrió hacia esa mujer, preguntándole que le pasaba. Yo me quedé inmóvil, rezando por que no hubiera nadie herido. Pero entonces, la mamá de Jenny señaló el fondo de la piscina y mi marido abrió los ojos como platos.

En menos de tres segundos, ya se había quitado la camisa y se había sumergido en las aguas cristalinas.

Criminal con Sentimientos {Kendall Schmidt & tú} #CCS3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora