Cap.21

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Cristal (Foto en multimedia)

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-Shh, pequeña, ya cálmate. Vamos, no te preocupes. No llores. Papá está aquí.-Le susurró a Cristal acunándola en sus brazos. Pero la niña seguía con su silencioso llanto, y nosotros no sabíamos qué hacer.- ¡Haz algo, (Tn)_____!-Exclamó volviéndose hacia mí.

-¿Qué quieres que haga? Estoy igual de confusa que tú.

-¡Pero tú eres su madre! Cántale una nana o dale de comer, pero haz que pare ya de llorar. Me está preocupando...

-Sólo es un bebé. Los bebés lloran cuando quieren algo, Kendall, debes saberlo.-La tomé en brazos.

-¿Tiene hambre? ¿Frío? ¿Calor? ¿Le duele algo? ¿O tal vez esté sucia?

-¡Cállate!-Le grité intentando dejar a la niña en el sofá.- Voy a darle de comer. Tráeme un biberón limpio y la leche. No te olvides de calentarlo a una temperatura entre treinta y seis y treinta y ocho grados. Ah, tampoco olvides el babero.

-¿Sabes? Creo que te complicas demasiado para hacer un simple biberón.

-Lo he hecho con mis tres anteriores hijos, y Cristal no será la excepción. Voy a hacer que deje de llorar, así que obedéceme.

-Yo...-Murmuró y me miró con tristeza.- He olvidado lo que me has dicho.-Rió tímidamente.- Lo siento.

-Lo que hay que aguantar...-Murmuré mientras suspiraba y negaba con la cabeza.- Menudo padre estás hecho. Anda, ven y asegúrate de que tu hija no se caiga del sofá. Supongo que eso sí que sabrás hacerlo, ¿No?

Él me miró unos momentos con cara protestante y luego se burló de mí imitando una voz más aguda, pero claro, obedeciéndome. Se sentó al lado del bebé y le acarició la mejilla, apartando unos mechones de cabello castaño que caían en su frente. Yo, en cambio, hice el biberón.

Cuando volví, Kendall seguía igual de cariñoso, como siempre. Le susurraba cosas bonitas y le hacía pequeñas cosquillas a Cristal. Ella sólo era un bebé y miraba a todas partes con sus ojos azules. Me alegraba tanto que una de mis cuatro hijos hubiera salido a mí.

-Anda, apártate.-Le dije con diversión.- Le voy a dar de comer.

-No, le daré yo de comer.-Me contradijo mirándome con una especie de enfado. Subí ambas cejas y se encogió de hombros, sentándose a mi lado y rindiéndose. Reí por su capacidad de ser amable y le tendí a la niña y al biberón.- ¿Me dejas?-Preguntó esperanzado.

-Eres su padre.-Le contesté con una sonrisa.

Él también sonrió y luego miró al bebé, que había dejado de llorar al estar en los brazos de Kendall. Acercó el biberón a la boca de la pequeña y ella lo tomó con gusto, acabándolo todo. Después de eso, mi esposo le dio unas palmaditas a la espalda para que la leche no le cayera mal y dejó el biberón sobre la mesa.

-Vaya. Has aprendido a darle un biberón a tu hija.

-Algún día tenía que aprender, ¿No?-Preguntó burlón.

 (...)

-¡A cenaaar!-Grité desde abajo y se escucharon los pasos acelerados de mi familia.

Cristal estaba acostada en su habitación, Kendall corría tras sus hijos por las escaleras y a mí me sudaba la frente al pensar que podían resbalar o caer. Todos se sentaron en la mesa y cogieron los cubiertos, preparados para comer.

-Kendall, te he dicho miles de veces que no corras tras los niños por las escaleras.-Lo regañé.

-Bueno, bueno.-Suspiró y miró a Daniel, el niño esbozó una media sonrisa malígna al igual que su padre. Esto me sonaba a travesura.- Y dime, señor Schmidt junior...-Dijo mi marido con un aire elegante. Reí y me senté junto a ellos.- ¿Qué se siente al ganar la partida de "Million H"?

Suspiré y negué con la cabeza dando a entender de que ya estaba harta. Se habían pasado todo el santo día jugando a ese juego, y al parecer, la última partida la había ganado mi hijo. Golpeé el pecho de Kendall suavemente.

-¿Qué? ¿También me vas a regañar por decir que mi hijo es un campeón del Million H?

-Pues sí, en realidad.-Sonreí con malagana.- Anda, cállate y come. Mañana vuelves al trabajo, ¿Recuerdas?-Vi cómo hacía una mueca.- Sí, será mejor que te alimentes bien, no sea cosa que te demayes en medio de las oficinas.

-¡Alitas de pollo!-Gritó Helen al ver lo que traía.

-Sí, cariño, mamá ha hecho alitas de pollo.-Sonreí.-A callar y a comer, mañana os espera un gran día.

Criminal con Sentimientos {Kendall Schmidt & tú} #CCS3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora