Cap.13

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Hubo un momento en el que el guardia que caminaba de izquierda a derecha, paró de moverse y me miró a mí. Me quedé petrificada, intentando descifrar el sentido de sus ojos. Me aseguré de que mis manos estuvieran detrás de mi espalda, por si veía esos horribles cortes que me había hecho esta mañana con el cristal. Negó con la cabeza y siguió andando. Suspiré aliviada al ver que dejaba de mirarme, pero volvió a pararse y esta vez si que me observó con detalles. Me estremecí.

-No creí haber visto a una mujer junto la tripulación antes de atacar.-Dijo con una gruesa voz que contrastaba con su alto y flaco cuerpo.- ¿Quién se supone que es usted?

-...Diana Mar...tin. -Dije el primer nombre que se me ocurrió.

-¿Diana Martin? -Preguntó extrañado.- ¿Y quién la envía?

-La señora Alexa.-Dije alto y claro, intentando parecer realmente de su bando.- Me ha informado de que usted puede abandonar su puesto, yo le cubriré. Esperaremos a que la esposa de Kendall Schmidt aparezca y si no lo hace, los llevaremos ante ella. No tardará en ceder a las torturas.-Murmuré como si eso fuera lo peor que había dicho en mi vida. Y en verdad, lo era.

-De acuerdo, se queda en completa vigilancia. Si alguien escapa, la matarán. Vaya con cuidado, por su bien.

El guardia asintió en un gesto profesional y salió de la sala. Me acerqué a la entrada donde antes salía otro hombre con droga y advertí que había otra puerta, por ahí habría salido. Cerré esa puerta con pestillo y corrí hacia ellos.

-¡Mamá!-Exclamó Daniel emocionado.- Has venido a salvarnos, ¿Verdad?-Preguntó inocente.- A Helen le están pegando, y a papá le obligan a beber mucha agua.

-Shhh.-Dije para que bajara el volumen de la voz.- Sí, he venido a salvaros. -Le abracé y después besé los labios de Kendall. Parecía ausente, como si no fuera consciente de dónde estaba. Sus labios sabían a alcohol, a mucho alcohol. Como si se hubiera tomado cuatro botellas enteras de vozca.-¿Te encuentras bien?-Le pregunté sobando las cuerdas que les ataban.

-S...Sí.-Logró decir. Le desaté y después a los niños.- Vete c-con... ellos.

Me preocupé al ver que Kendall se tambaleaba nuevamente, pero esta vez, no pudo aguantar y cayó al piso. Tosía mucho y se retorcía en el suelo, como si tuviera dolor. Me sobresalté y fui a ayudarle, pero mi cabeza me hizo reaccionar. No podía perder tiempo. Tenía que meter a los niños en un lugar seguro y luego volvería a por él, si no era necesario. Él tenía razón. Tenía que dejarlos con su hermanita.

-Odio dejarte aquí solo.-Murmuré besando su mejilla.- Prometo que volveré, volveré en menos de cinco minutos. Intenta no hacer ruído, si descubren que los he sacado, me matarán.

-Tus... Tus manos...-Murmuró desorientado sosteniéndolas con la poca fuerza que le quedaba. Negué y las aparté antes de que se preocupara más de lo que estaba.

-Estoy bien. Por favor...-Mis lágrimas caían sobre su cara.- Aguanta...Te amo.

Me levanté del suelo rápidamente y cogí a Daniel en brazos, las niñas me siguieron. No quería hacer correr mucho a mi hijo, si lo hacía, podría tener problemas, más ahora con todo el miedo que les habían metido. Salí por la salida que había en la habitación de las drogas y corrí todo lo que pude hacia el bosque. Localicé la inconfundible hoja marrón que había entre dos árboles y llevé a mis hijos con Cristal. La destapé y seguía durmiendo, para mi suerte, estaba intacta.

-No os mováis. Si pasara algo, seguid sin moveros. A no ser que veáis a la policía, por favor, obedecerme. Podría acabar muy mal.

-Pero si viene la...

-No hay tiempo para preguntas, Helen.-Interrumpí.- Tengo que ir a por papá.

Dejé a los niños en el escondite y corrí de nuevo. Agradecía a Dios que mis piernas aún soportaran mi peso. Aunque el cansancio y el dolor nunca serían rival a mi amor por Kendall.  Entré por la puerta trasera de la habitación de las drogas. Mierda, llegué tarde.

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¡Siento que el capítulo haya sido tan cortito! Y también siento dejaros con la intriga, pero es que nací mala >:) Je, je, je... Bueno, sólo quiero algunos comentarios en Warm Winter, necesito más lectores y vuelvo a decir lo mismo, regalaré dedicaciones.

¡Besos!

Criminal con Sentimientos {Kendall Schmidt & tú} #CCS3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora