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—¡Deja de mentir de una puta vez, Megan!
—¿Enserio has dejado que esta mocosa te comiera la cabeza? —las palabras de Megan emanaban rabia, aunque Mia ni se inmutó cuando la mirada de desprecio de esta se posó sobre ella.
—No es una mocosa —contesta Cody con el mismo tono de voz que la pelirroja—. Y la única que me ha comido aquí la cabeza eres tú.
—¿Yo? —la risa irónica de Megan confunde a Mia, quien se encontraba al margen presenciando la discusión—. Yo estuve ahí para ti cuando esta se estaba drogando con sus amigos. Yo soy la que lo ha dado todo por ti estos meses, la que ha estado a tu lado, la que te quiere.
—Si de verdad me quisieras sabrías que mis amigos son lo más importante de mi vida, y que intentar apartarlos de mi es lo más ruin y mezquino que podrías hacer.
El ambiente se volvía cada vez más tenso. Llevaban una perfecta media hora discutiendo; justo desde que Megan se había presentado en el plato de rodaje después de recibir un mensaje de Cody diciéndole que tenían que hablar con urgencia.
—¿Por qué no me habías avisado de esto? Hubiese traído palomitas —musita Dylan por lo bajo ganándose así un codazo por parte de Mia.
—¡Lo hice por ti! —contesta Megan elevando la voz— Ella es la peor influencia que puedes tener en tu vida; lo único que vas a conseguir siendo su amigo es que tu carrera se vaya a pique.
—¿Pero tú te escuchas? —cuestiona Cody— La única mala influencia que podría tener en mi vida eres tú.
—Yo no soy la adicta a la cocaína que dejé morir a mi amigo y mandé a otros tres a prisión —le recrimina.
En aquel momento Mia sintió las miradas de sus amigos sobre ella, y supo que en cuanto aquella discusión de pareja terminara, iba a ser su turno de dar explicaciones.
—Se llama ser humanos. Y ser humano implica equivocarse y cometer errores —la rabia de Cody no hacía más que aumentar—. Y me da absolutamente igual lo que pasase. Es mi amiga; y un amigo de verdad no es el que sale huyendo en cuanto los demonios asoman por la puerta, si no que se queda para ayudar a combatirlos.
—Un amigo de verdad no te manda a la cárcel.
—Un amigo de verdad no te empuja a convertirte en una drogadicta.
Megan rio con sarcasmo al escuchar aquellas palabras. E ignorándolas por completo siguió con su tarea de atacar a Mia y dejarla en mal lugar.
—¿Cómo crees que se tomaran tus fans...vuestras fans, que seáis amigos de alguien como ella?
