43. Rᴇᴀʟ ʟɪғᴇ

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43. Mɪ ᴅᴇʙᴇʀ ᴄᴏᴍᴏ ᴛᴜ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴀᴍɪɢᴀ ᴇs ғʀᴇɴᴀʀᴛᴇ ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ǫᴜᴇ ʜᴀɢᴀs ᴜɴᴀ ᴇsᴛᴜᴘɪᴅᴇᴢ, ʏ ᴇsᴛᴀ ʟᴏ ᴇs.

 Mɪ ᴅᴇʙᴇʀ ᴄᴏᴍᴏ ᴛᴜ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴀᴍɪɢᴀ ᴇs ғʀᴇɴᴀʀᴛᴇ ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ǫᴜᴇ ʜᴀɢᴀs ᴜɴᴀ ᴇsᴛᴜᴘɪᴅᴇᴢ, ʏ ᴇsᴛᴀ ʟᴏ ᴇs

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—Dile que lo que ha hecho es una gilipollez.

—No empecéis otra vez, por favor —suplica.

—¿Cómo no vamos a empezar? —las palabras de O'Brien obtuvieron como respuesta un resoplido de fastidio por parte de su mejor amiga.

—Es que no lo entiendo —cuestiona la joven Christian—¿Tú eres consciente de lo que has hecho?

—Leah —pronuncia su nombre con cansancio.

—¿Leah qué? Sabes que llevo razón. Y tú —señala a su hermano—, ¿no vas a decirle nada?

Cody resopla. Estaba harto ya de aquella conversación, al igual que Mia. Pero su hermana y Dylan no tenían pensado dejar el tema de lado.

—No, no voy a decir nada.

—¡Increíble! —exclama Dylan esta vez—. Y vas y lo dejas quedar en tu casa.

A la austriaca aquello ya comenzaba a levantarle dolores de cabeza. Sabía que a sus amigos nos les iba a hacer gracia, pero ya se estaban pasando.

—¡Callaos ya los dos! —el grito de Mia hizo que las voces de Dylan y Leah se apagaran de golpe.

Habían conseguido llevarla al límite en aquellos veinte minutos que llevaban en su casa, y hasta allí había llegado su paciencia y su tolerancia. Cuando ambos se presentaron en su apartamento aquella tarde pidiendo explicaciones tras la escueta contestación que la actriz les había propinado la noche anterior, sabía que la cosa no iba a ir bien.

—A pesar de todo, sigue siendo mi amigo. Está solo y necesita ayuda, y yo se la voy a dar —explica con cansancio.

—¡Te convirtió en una drogadicta! —ataca de nuevo la estadounidense alzando el tono de voz.

—¡Él no me convirtió en nada! Él es tan víctima en esto como yo.

—Increíble —suelta una risa irónica—. Abre los ojos, Mia. No es bueno que te juntes otra vez con alguien como él. Te va a empujar de nuevo al abismo.

—¿Alguien como él? ¿Y cómo se supone que es alguien como él?

—Alguien que no deberías tener en tu vida —interviene Dylan—. Un drogadicto que ha estado en la cárcel, y que ha mandado a su novia a cobrar venganza.

Quien había llegado al límite en esa ocasión había sido Cody, quien tras ponerse en pie calló la inminente respuesta de su novia y habló:

—Para empezar, ya no es un drogadicto. Segundo, él no envió a Megan para que hiciese lo que hizo, ella sola actuó por su cuenta. Y tercero, no uséis su paso por la cárcel como pretexto.

Mɪᴀ ||Cᴏᴅʏ Cʜʀɪsᴛɪᴀɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora