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—Mia, estás preciosa.
—No sé —responde observándose en el espejo.
—No lo sabes, pero lo estás.
Era la quinta vez que la austriaca se cambiaba de ropa, y aún así seguía sin estar convencida del todo.
—Vamos a una cena, no a recoger un Oscar. No le des más vueltas, vas bien —insiste el mayor.
—La vida sería más sencilla si todo el mundo fuese en pijama, ¿sabes?
—Ni me voy a molestar en discutirlo, porque sí, sería todo mejor —responde con gracia—. Pero a pesar de que no vamos a pasear por la alfombra roja, tampoco es plan que vayas con tu pijama de Los Vengadores a la cena de despedida de la serie.
—Iría divina —farfulla.
—Muy posiblemente —ríe—. Venga, termina de vestirte, que como no, vamos a llegar tarde.
Mia acató las órdenes de Cody, y esta vez sí, muy a su pesar, dio el visto bueno a lo que llevaba puesto. Y sin pararse mucho se posicione frente al espejo y en un rápido movimiento hizo el amago de peinarse, dejando así su cabello más o menos decente.
—¡Estoy lista! —exclama saliendo de la habitación con el abrigo en una mano y el móvil en la otra.
—Bien, ¿vamos?
La austriaca asintió. Ambos salieron del apartamento de esta, y para cuando subieron al coche del actor, el reloj marcaba las nueve. Sí, iban a llegar tarde; pero eso era algo que a esas alturas de la vida Mia no podía cambiar.
Y una vez que Cody puso rumbo al punto de reunión, entre comentarios sueltos y una intervención estelar de DJ Wagner, la media hora hasta llegar al restaurante acordado se les pasó volando. Y para cuando llegaron ya se encontraban todos allí.
—Media hora tarde, ni tan mal —aquel había sido lo primero que Holland dijo al ver aparecer a sus amigos.
—Podía haber sido peor y lo sabes.
Claro que podía haber sido peor, como el día que la austriaca tuvo a Leah esperando dos horas por ella.
—Y tanto que sería peor si no la hubiera obligado a no cambiarse más veces de ropa —sentencia Cody con gracia.
Mia rio sabiendo que aquello era verdad. A continuación observó el local que había sido reservado para la ocasión. Era un salón amplio de estilo rústico acomodado con mesas redondas.
—Os ha tocado en mi mesa —señala Holland captando la atención de la pareja.
Cuando la pelirroja se puso en marcha hacia su lugar asignado, Mia y Cody imitaron su acción. En aquella mesa también se encontraban O'Brien, Tyler, Shelley y Sprayberry.
