Kara Zor-El se volvió hacia sus primeros días en la tierra, la kriptoniana parecía haber recuperado aquella costumbre detrás de la ventana. Miraba en distancia cualquier contemplación en el cielo. Tan quieta y ausente como en sus inicios, en espera que el tiempo trajera aquello que pudiera hacerle sentir bien mientras intentaba desconectarse del entristecido presenteEl tiempo se había vuelto incierto y poco reparador, los titulares en aquellos diarios podrían especificar a una guerra sin escapatoria. Lex Luthor llevado por la locura, entre amenazas constantes, terrorismo y pánico sembrado, y Superman intentando detenerle. Todo parecía colapsar. Nada podría volver a la normalidad, así se había fijado en cada ataque en donde participaban los "Hombres más poderosos del mundo".
Lena no regresaría y así los meses se habían esclarecido en la mente de la kriptoniana
-Kara -llamó Alex desde la puerta de la habitación compartida, quizá en otro tiempo hubiera fingido ignorar el aislamiento de la kriptoniana, pero simplemente no podría. Durante los cinco meses intentó alejarla del estado ausente sin ningún éxito
Los meses parecieron detenerse sin alguna mejoría, Kara había abandonado todo tipo de ánimo, el llanto podía colarse todas las noches. Y fue cuando una segunda verdad había aparecido, aquellas leyendas sobre el vínculo eran ciertas, Lena se había vuelto su contraparte en algún momento, quizá cuando se conocieron, quizá cuando la ausencia de Kenny llegó, no lo sabía. Aun así podía sentir la calcada huida de su amiga cada día
-puedes venir conmigo, iré con un grupo de amigos al boliche puedes ser buena en el boliche, además necesitaré un compañero de equipo -ofreció tan animada fingiendo que no sabría la respuesta
-no -la manera fue automática como todas las ocasiones y sin una mirada a favor
-quizá iremos al lago después
-Alex, estoy bien
Alex pareció dudar de su próximo intento, quedó mirando hacia lo único que podía ver de la Kriptoniana, la cabellera dorada y aquella sudadera gruesa
Y cruzó la puerta. Necesitaría algo más para verla salir de la habitación. Podría hacer un intento nuevamente, pero no sería el día, escaleras abajo se encontró con sus padres cuyos intentos también habían sido nulos. Kara solo necesita tiempo decían constantemente
-llegaré después de las siete -anunció hacia Eliza quien miraba con atención el monitor de su ordenador
-sabes las reglas, Alex
-sí, sí, no demasiado tarde -bufó con fastidio
Las calles eran abandonadas hasta las manecillas marcando horas altas. Se podía escuchar el silencio plasmado, las luces de patrullaje deambular en búsqueda de Lex Luthor, claro. Cómo sí el sujeto disfrutara pasearse al aire libre después de volverse el hombre más buscado del país
Las cosas eran amargas. Alex extrañaba ver a Kara deambular por la casa, vaciar el refrigerador y verla pasear por la arboleda en compañía de Lena. Sí, sí Alex extrañaba el estado de ánimo de Kara, obviamente también extrañaría a su odiosa amiga.
-estaré aquí a las siete -afirmó ajustando su chaqueta
-tu padre, te llevara
-¿Qué?
-sabes las reglas, Alex
Bufó nuevamente y se escurrió en compañía de su padre, quien no tenía mucho que decir ante las exigencias de su esposa
-sé ha vuelto paranoica -señaló Alex subiendo al automóvil
-solo está preocupada y molesta -había visto a Eliza deambular por la habitación todas las noches, mientras sus quejas eran referidas al caos iniciado por Clark
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Flamebird
Fanfiction¡Claro que todo es sorpresivo! Una chica de otro planeta está aquí en Midvale, alojada por los Danvers, su existencia es escondida porque, bueno, ¿cómo pueden explicar que de la nada hay un miembro en la familia después de otra lluvia de meteoritos...