La Promesa

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-¿Tienes alguna idea de lo hiciste, Lena? -la voz grave de Pam era tan extraña, era poco utilizada pero lo suficientemente peligrosa para que Lena no se atreviera a mirarla directamente

Habían regresado del colegio después de un silencio causal en el camino, ahora estaban en casa donde Pam Mercer tenía que hacer el papel de madre severa

-tuve que...

-¿Tuviste? ¡Les rompiste los dedos a esos dos chicos y golpeaste a otro! -apuntó su madre inflexible-. Oh dios, ¡solo eso faltaba!

Había tomado las culpas, sí. Sabía que tenía que hacerlo cuando al parecer tanto Kara como su molesta hermana Alex recibirían toda la carga, y ella simplemente saldría sin ningún castigo por ser una Luthor

-¡estaban golpeando a Kenny! -respondió desesperada, claro que ella también hubiera golpeado a Samuel Bernard y roto los dedos de aquellos deportistas aprovechados

Su madre pareció flaquear, sí, obviamente sabía que Lena había defendido a su amigo, y sabía de las anteriores veces que lo había hecho

-pudiste pedir ayuda, Lena, no comportarte de esa manera, ¿Qué hubiera pasado si resultas lastimada? Ahora, supongo que tengo que enviarte a tu habitación –Pam Mercer parecía dudar de las reglas a seguir cuando un hijo se comportaba de manera equivocada, aunque internamente estaba orgullosa de la situación-. Y el microscopio que llegó esta mañana permanecerá castigado hasta que considere prudente dártelo

-¡Agh, madre! -parloteó Lena mirando la caja aún envuelta sobre la mesa

-¡A tu habitación! –repitió su madre usando una vez más su voz grave

Lena arrastró los pies hasta su habitación, totalmente molesta. Sí, quizá el castigo no duraría tanto pero la impotencia daba paso por lo sucedido

Tomó el ordenador, enviado un correo a Kenny, pero el chico no contestó. Lo consideró, su amigo aún estaría lidiando con sus padres la situación sumamente complicada, así que aguardó a su conexión

Deslizó hacia su último correo recibido, y tecleo con rapidez

¿Cómo va todo con los Danvers?

El correo fue enviado y a los minutos hubo una respuesta

Hola Lena, no podemos salir de la habitación ¿Y Pam? ¿Has sabido algo de Kenny?

No, no ha respondido. Mamá también me mantiene en la habitación. No sé cuál sea la pena máxima por romper dedos y golpear a Samuel Bernard. Me hubiera gustado hacerlo.

Lena, no debiste culparte. Hablaré con Pam y le confesaré todo.

Kara, sí haces eso dejaré de hablarte. Además fue necesario, ser Luthor funcionó de algo hoy. Trataré de salir e ir con Kenny, te escribiré luego. Cuídate rompe dedos

Lena se puso en pie, y se dirigió hacia la pequeña ventana, no era la primera vez que se escurría. Lo había hecho en todas esas veces que decidía pasear por la montaña en el anochecer, descendió con gran habilidad para después dirigirse a la casa de los Li

Caminó con cautela atravesando la cerca blanca que rodeaba la propiedad, tomó un par de pequeñas piedras y las lanzó hacia la ventana de su amigo, no bastó cinco segundos para que las luces se vieran encendidas, así como la pequeña ventana abierta, dejando ver a Kenny con el rostro serio y ojos tan hinchados como pelotas de ping pong

-hola -Lena le sonrió al verle

-¿Qué haces aquí? -cuestionó el chico desde lo alto, su rostro se veía aún más herido que la última vez

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