Kara Danvers

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La nueva lección estaba en proceso mientras se encontraban lo suficientemente alejados de la casa Danvers, donde era viable asegurarse de que Kara podía utilizar sus poderes con libertad

-La mirada al frente -pidió una vez más-. No te distraigas, Kara

-no puedo -dijo en un susurro amortiguado, convencida de que aquella lección era demasiado para ella

-Kara, cuando Clark vino conmigo sus habilidades iban despertando, una a la vez, pero tú... -Jeremiah hizo un gesto de sorpresa-. Sé que puedes controlar tus habilidades

-¿y si lastimó a alguien? –cuestionó, su mirada se hizo atemorizada de tan solo imaginarlo

-no lo harás, la fuerza no siempre implica poder; implica ímpetu, responsabilidad y esmero

Kara asintió, mirando hacia el tronco chamuscado por ella anteriormente y un destello brillante salió de sus ojos una vez más

-manténlo, no, no -pidió Jeremiah con calma-. Solo manténlo, no lo intensifiques

Kara se ajustó aún más a la tierra, las hoja secas crujían bajo sus pies mientras posicionaba más su cuerpo mientras el destello se mantenía firme

-¡Lo estoy haciendo! ¡Jeremiah, lo estoy haciendo! -gritó extasiada

-Kara, todos tus poderes están vinculados al sol amarillo de la Tierra. Puedes absorber y almacenar energía solar dentro de tus células, lo que significa que puedes ser cada vez más poderosa. Tus poderes no tendrán límite -explicó Jeremiah llevando su mano al hombro de la pequeña-. Lo has hecho maravillosamente bien

Y Kara dejó de producir esa luz destellante. Quedó mirando el tronco aún más chamuscado, había podido controlar aquello, y simplemente sonrió enorgullecida de sí misma

-quiero volar -miró hacia Jeremiah con animosidad plasmada

-no hay prisa, Kara...

-puedo hacerlo, he estado practicando, puedo elevarme tan solo un poco, sé que podré hacerlo si lo intento

-lo sé, lo sé, pero nadie puede verte volar, Kara, sería muy peligroso

Kara asintió entendiendo aquello, exponerse no era por mucho lo deseado, así que fijó nuevamente su mirada al frente -dijiste que Kal obtuvo sus habilidades una a la vez... ¿Por qué soy diferente?

-Clark era un bebé cuando llegó a la Tierra, lo que creemos es que sus poderes fueron pausados de alguna manera, pero...

-¿Qué? –cuestionó ansiosa

-a él le llevó años controlar su visión de calor y volar fue aún más tardado -contó el señor Danvers sentándose sobre la gran roca y Kara le siguió acomodándose a su lado

-Jeremiah...

-¿Qué sucede?

-no quiero ser una héroe -confesó mirando a la distancia

Había gastado parte de su tiempo en ver diarios viejos en el ático de los Danvers, en todos esos diarios siempre había una noticia sobre Kal-El, portando aquel traje que lo transformaba en Superman o el hombre de acero. Kal-El salvaba al mundo diariamente y el mundo lo veneraba como tal. Kara pudo entender que esa era la razón por la cual él no la había llevado, siendo así una distracción o convertirse un blanco para aquellos seres que seguidamente amenazaban a su primo

-esa será solo tú decisión, Kara, de nadie más, obviamente aún tienes tiempo para pensar en ello -respondió el hombre mirándola con franqueza

-yo no podría, no podría cargar con la responsabilidad de un mundo -continuó, y por primera vez ella cedía a hablar más de lo acostumbrado-. Como lo hicieron mis padres, yo no podría perdonarme algún día fallarles a los humanos

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