La Beneficencia

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-Es una A -Lena puso los ojos en blanco, como si aquello no importará. Aun sosteniendo la nota final en alto con algún tipo de indiferencia Kara podía asegurar que estaba demasiado satisfecha consigo misma aun si tratara de disimularlo

-yo he conseguido una B- -respondió la kriptoniana hundiéndose en hombros, del otro lado de la mesa de almuerzo

Lena se estiró a su dirección tomando la hoja entre las manos de su amiga -esto es... Extraño, Kara... ¿Por qué cambiaste los signos?

-¿De qué hablas? -cuestionó incomoda

-lo signos, mira eso -Lena fijo más sobre la hoja notando aún más aquellas manchas acentuadas en cada respuesta-. Parece que lo has borrado de manera intencional, así está en todos los ejercicios, cambiaste los símbolos correctos para colocar los erróneos -acusó Lena frunciendo el ceño

La kriptoniana cedió a ella esta vez, arrebatando la hoja entre las manos de su mejor amiga

-¿puedes solo ignorarlo? -pidió de manera molesta

-sabes, es una tontería que quieras ocultar lo lista que eres ¿no?

-no estoy tratando de ocultarlo

-Eres lista, Kara, lo he visto... Incluso puedo asegurar más lista que yo

Kara se remolinó en su sitio -solo... No quiero llamar la atención

-Kara, no puedo imaginarte ocultando lo increíble que puedes ser -respondió Lena mirándola de lleno a los ojos.

Sonrió orgullosa y tan satisfecha, tendió la mano a lo alto y saludó a lo lejos mientras los gritos mostraban agradecimientos. Lo había hecho una vez más, había salvado el día cargando sobre sus hombros la grúa pluma colapsada que había cedido entre los grandes edificios. Pudo sentir las luces parpadeantes en su rostro y las cámaras a distancia captando el momento, y la sonrisa se volvió un gesto alarmado, una fotografía suya podría ser una clara evidencia para relacionarla con Kara Danvers. Suspiró y despegó del sitio.

Lo próximo era aquellos días de vigilancia, entre lapsos libres donde se vio sumergida. Un laboratorio clandestino era lo único que tenía. Supergirl había barrido en cada punto de ciudad Nacional, encontrando con respuestas ausentes, no había nada que solo lo visto aquel día. Aterrizó al instante, en esa carretera del kilómetro 78, y caminó hacia el automóvil policial donde Maggie Sawyer estaba en espera recargada en él

-Supergirl, ¿Algo nuevo? -cuestionó la detective sin preámbulo

-no, aún no

La detective se llevó el café a los labios y negó por debajo -la vigilante podría tener algo, ella ya tendría algo, seguro -provocó con algún tipo de decepción

-me encargaré de ello -la kriptoniana no necesitaba aquello, giró lista para despegar

-hemos identificado los cuerpos -contó la detective atrayendo su atención

Kara volvió hacia ella -¿De quienes se tratan?

-fugitivos, hombres que estuvieron bajo la lente por meses -la información parecía no ser demasiado importante para Maggie Sawyer quien seguía recargada sombre el automóvil policial bebiendo café

-entonces...

-abriremos bien los ojos, mantennos informados de tu búsqueda, y Supergirl, creo que la vigilante puede ser de mucha ayuda

La kriptoniana negó -tengo un código, detective Sawyer, y ese es jamás poner en riesgo a las personas -y despegó del sitio.

No había nada, un indicio si quiera. Al tocar el suelo firme se escurrió por el balcón en su departamento, deshaciéndose del traje mientras se envolvía en un pijama de franela y se envolvió en la cama tibia. Era lo único que necesitaba en ese momento, solo un poco de descanso de tan cruda semana.

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