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Capítulo 1: Lindo nombre para un lindo chico.

—¿Rory? —escuché que me llamaban a mis espaldas, se trataba de Prairie. Ella me miró con una sonrisa un tanto malévola, yo rasqué mi mandíbula e hice un pequeño movimiento con la cabeza en señal de que tenía mi atención—. ¿Verdad o reto?

Nos encontrábamos en el centro comercial junto con nuestras dos amigas, pronto seria noche buena y debíamos buscar unos lindos vestidos. Llevamos horas aquí y Chloe aun no escogía un vestido, es decir que llevamos aproximadamente casi una hora jugando verdad o reto.

—Verdad —contesté con seguridad, ella por su parte resopló y miró a Avery quien se encontraba mirando su reflejo en el escaparate de una tienda acomodando su largo cabello negro.

—Llevas pidiendo verdad desde que empezó el juego, Rory —reprochó Prairie.

—Bien..., bien —dije levantando mis manos al aire, con una mano masajeé mi cuello y suspiré. Sus retos siempre acababan conmigo humillada—. Reto.

Seguimos caminado, la chica acomodó su cabellera pelirroja mirando distraídamente a su alrededor hasta que su vista se fijó en la fuente que se encontraba en el centro del lugar.

—Ni siquiera lo pienses —advertí.

—Te reto a que bailes bajo la fuente un par de minutos.

—¡No! —negué mirando a mi otra amiga castaña, sus ojos verdes pasaban de la fuente hacia mi—. ¡Chloe, dile que esta demente!

—La sacaran del centro comercial, además del resfriado que podría darle —mencionó esta con un tono de preocupación.

—Solo quítate los zapatos y la chamarra para que no se mojen —contestó Avery encogiéndose los hombros restándole importancia.

—Si mis amigas me tratan así, ¿para qué quiero enemigos? —exageré ganándome las risas de fondo de mis amigas.

Sin más, me quité la chamarra y caminé hacia la fuente. Me paré a una distancia prudente y las gotas de agua ya llegaban ligeramente a mis zapatos, giré dándole la espalda a la fuente y así poder ver a mis amigas. Chole como de costumbre estaba grabando, Avery levantó sus pulgares sonriendo de lado y Prairie simplemente se dedicó a lanzarme un beso al mismo tiempo que me guiñaba un ojo y sostenía mi chamarra.

Suspiré rascándome la mandíbula y me adentré a la fuente, esta no tenía nada a su alrededor impidiéndome el paso así que fue fácil. No tenía miedo del que me echaran de la plaza, en verano está permitido que los niños jueguen en ella, a lo que le temía era a un resfriado y arruinarme las fiestas.

Las gotas y el clima helado helaron mi cuerpo ocasionándome un escalofrío por toda la espalda, mis amigas se acercaron y Prairie puso música desde su celular. Yo saltaba y bailaba al ritmo de esta, en unos minutos mis amigas se unieron a mi cantando y bailando Shape of You, con la única diferencia es que yo seguía bajo el agua.

La gente se nos quedaba mirando mal, unos niños se reían e incluso otros nos grababan; no me importaba que se rieran de nosotras, estos pequeños momentos con mis amigas los apreciaba, nunca se sabe cuándo será el día que una de nosotras falte.

De un momento a otro sentí como mi pie derecho resbaló, cerré los ojos esperando el impacto de mi cuerpo al suelo, pero este nunca llegó.

Confundida abrí los ojos topándome con una mirada verdosa, podía escuchar las carcajadas de mis amigas, pero aun así no apartaba mi mirada. Simplemente no podía.

—Hey... —susurró formando una sonrisa sin mostrar los dientes muy cerca de mí, sus brazos aun me sostenían. Sentía como la sangre se acumulaba en mis mejillas, no sabía si era por la vergüenza o por lo cerca que estábamos el uno del otro—. Deberías tener un poco más de cuidado.

TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora