La última acción que el chico realizó antes de salir del baño fue regalarle una falsa pero convincente sonrisa a su reflejo, a fin de cuentas la gente a su alrededor no sabía reconocer una falsa sonrisa cuando se la mostraban.
Sin más se alejó de es...
Vi como Janik negaba llevándose una vez más el celular al oído en espera de que nuestro rubio amigo nos contestara.
—Me cuesta mucho creerlo. ¡El ama a Rory!
—¿Olvidas que día es hoy? —recordó corrigiéndose al instante—. Fue.
Ahí comprendí todo alertándome aún más de lo que ya estaba.
«Más vale no hagas una idiotez, Owen» amenacé en mi mente antes de dejar el décimo mensaje de voz.
—Res.pon.de.me.
Janik y yo esperamos unos minutos antes de volver a marcar. Unos tonos después Owen respondió.
—Escucha, sé que no quieres hablar —dije apresuradamente con temor a que me colgara—, y está bien, porque solo quiero que me escuches —paré unos segundos para tomar una bocanada de aire —. Janik está aquí también.
—Hola —susurró el pelinegro a mi lado.
—Quiero que sepas que hay muchas personas a las que les importas y se preocupan por ti. Y sé que cuando salgas de esto, de este bajón, te darás cuenta de ello; así que tomate todo el tiempo que necesites para sanar, solo... —mi lengua se trabó un poco obligándome a parar —, solo asegúrate de saber que cuando todo acabé todos estaremos aquí esperándote. Igual que siempre.
Del otro lado se oía mucha interferencia, pero pude distinguir un débil sollozo.
—Arruiné lo mío con Lorelai —susurró—. Y ayer se cumplió...
—Lo sabemos. Pero es hora de que dejes el pasado donde pertenece y seas feliz —pidió Janik tomado mi teléfono—. Vive un poco más —se le quebró la voz haciendo que la desesperación me consumiera—. Regresa a casa. Resolveremos lo de Rory sí quieres.
—Sí. Sí —concordé con los ojos cristalizados y el pulso al tope—. Escribámosle una canción y ya. Así de rápido y fácil volverán a estar juntos. Solo regresa a casa y te prometo que veremos el musical que tú quieras.
—No puedo más —susurró una y otra vez esa frase—. Ya no puedo vivir. ¡Por favor ya déjenme ir!
—Nunca —me negué rotundamente.
Janik a mi lado era un mar de lágrimas que ni siquiera podía mantener la compostura, yo sabía que estaba a nada de estar igual.
—¿Dónde estás? —articulé con dificultad.
—Adiós, ¿sí? —dijo notablemente distraído—. Son los mejores hermanos que he tenido. Y ustedes, junto con las chicas, fueron los que me mantuvieron con vida por mucho tiempo. Gracias, pero ya es hora.
—No. No. No. No. No. No. No. —se histeriqueó Janik yendo por sus llaves haciéndome señas de que nos fuéramos en busca de nuestro hermano.
—¿Dónde estás? —pidió esta vez Janik muy serio.
—Adiós. Los quiero.
—¡Owen! —grité al ver como se terminaba la llamada dejándonos a la deriva—. ¡Maldita sea!
Ambos nos miramos con la misma pregunta en la mente: ¿Ahora qué hacemos?
Lo que fuera porque era momento de actuar.
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Al recibir el primer voto fue cuando realmente me di cuenta de lo que realmente estaba pasando...
Publiqué otra novela y a alguien le estaba gustando lo suficiente como para tomarse la molestia de votar.
No podía creerlo, pero ahí estaba la notificación; lo siguiente que hice fue tomarle ss y enseñárselo por todas partes.
Conforme han pasados los meses (1 año, 6 meses y 20 días) los votos han incrementado y no puedo estar más agradecida con ustedes de lo que ya estoy.
Gracias. Gracias. Graciaaas. Por tomarte tu tiempo para leer cada párrafo y todavía salir de tu burbuja lectora solo para dejar tu voto. Lo aprecio mucho. ♥️✨
Por último. Me disculpo de antemano por los siguientes capítulos.
