Tormenta

28

Capítulo 28: Vivo por los aplausos y la atención.

Los cumpleaños de Prairie siempre han sido mis favoritos. No solo por las temáticas brillosas, sino porque siempre nos obliga a salir de nuestra zona de confort.

Tal vez era por eso que no podía esperar a que dieran exactamente las 12 de la madrugada para poder llamarla junto con Avery y Chloe para que nos dijera su plan de cumpleaños.

Por suerte solo faltan un par de minutos.

[🌩️🌩️]

Dejé de leer y me paré de la cama con intención de ir por mi teléfono el cual vibraba con la notificación de una videollamada entrante.

¡Que el cumpleaños de Prairie comience!

—¡Feliz cumpleaños! —grité junto Chloe y Avery cuando una Prairie somnolienta nos sonrió desde el otro lado de la pantalla.

—Estaba empezando a creer que no me llamarían.

—Yo les dije que llamáramos a las 12 de allá —nos regañó Chloe.

—Las 12 de donde estoy son las mismas 12 de ustedes —sonrió divertida.

Miré a mis amigas y a mi teniendo los mismos cambios de expresiones.

¿Será que?...

—¿Dónde estás? —Avery hizo la pregunta que rondaba por nuestras cabezas.

—Por fin en casa —suspiró.

La emoción me envidió por completo ahogando un gritillo con la palma de la mano.

¡Estábamos de nuevo en un mismo lugar las 4 juntas!

—Ya dejen de gritar —pidió entre risas—. Yo sabía que me extrañaban, pero no a esa magnitud.

—¿Por qué no nos dijiste nada? —pregunté aún sorprendida.

La notificación de otra llamada entrante del grupo donde estábamos los 7 hizo que su sonrisa aumentara.

—Agh. Es Cody —resopló la pelirroja fingiendo irritación—. ¿Qué no sabe que nuestras llamadas madrugadas de feliz cumpleaños son sagradas?

—No hay que contestar —sugirió Avery riendo ligeramente.

—Nah. Me gusta ser el centro de la atención y sé que él me la dará —río la cumpleañera—. Mudémonos de grupo.

Simultáneamente colgamos y nos unimos a la llamada, siendo Prairie la última en unirse.

—¡Feliz cumpleaños! —gritaron los tres al mismo tiempo.

Cody vi a los otros dos de manera desaprobatoria. Antes de entonar entre los tres.

—¡Wow! —admiró Prairie sin perder la sonrisa.

—¡Feliz cumpleaños! Por si no lo habías captado —obvió Janik desde el fondo.

—Lo noté. Gracias, chicos.

—Debimos haber cantado también —pensó en voz alta la castaña.

—El próximo año —le prometí.

Una intervención por parte de mi novio al arrebatarle el teléfono a Cody, dejándose ver en primer plano.

—Oye, pelirroja. ¿Te pareció un poco desafinado? —quiso saber intentando ocultar una sonrisa burlesca—. Fue Cody. Perdónalo le encanta desafinar.

No pudo terminar de burlarse por un cojín aterrizando perfectamente en su cara, generando la risa descontrolada del mencionado.

—Yo no desafino —logró decir de manera seria una vez que dejara de reír.