Capítulo 25: Te extrañé.
17:05 Lorelai🤍: Ya estoy afueraaa
17:05 Lorelai🤍: Y me niego a subir las escaleras 😃
Al no obtener respuesta del rubio me desabroché el cinturón de seguridad y tomé como limite el final de la canción que estaba sonando en la radio.
17:08 Ow♥️: <mensaje de voz> ¡Hola, Rory! Soy Cody. Oye, cuando Owen termine de bajar las escaleras le avisas que olvidó su celular <mensaje de voz>
17:09 Ow♥️: <mensaje de voz> Y que su insta es muy aburrido <mensaje de voz>
El mensaje terminó con las inconfundibles risas de Janik y Cody, haciendo que me diera más risa de lo que debería.
17:10 Lorelai🤍: Okok
17:10 Lorelai🤍: jajaja Yo le digo😉
Por fin decidí salir y me recargué en el auto con la mirada fija a la puerta.
¿Cuándo arreglarán el elevador de apartamento dónde viven mis amigos y mi novio?
Espero que pronto porque mi condición física no me permitía subir y bajar los miles de escalones cada vez que iba a visitarlos.
El ruidito de la reja siendo abierta me hizo sonreír a la espera del rubio.
—¿Tu conducirás? —observó el auto de mi mama a mis espaladas—. Creí que me querías vivo.
—¿Qué estas insinuando? —fingí indignación.
—Nada. Confío ciegamente en ti —besó cortamente mis labios—. Hola, Lor. Te extrañé.
—Hola —susurré abrazándolo, correspondiéndome al instante.
Me sentía en paz.
Después de muchas semanas bajo el estrés de los finales de la universidad, creyendo que no lo lograría, me sentía en paz.
—Al fin vacaciones —murmuró separándose lo suficiente para que nuestras miradas se conectaran—. Y tú con lentes...
Desvié la mirada segura de que me había sonrojado.
—Muy hermosa —asintió completamente decidido recorriendo mi rostro con la mirada.
—Los necesito para conducir porque sino no miro los semáforos y... —suspiré sabiendo lo que estaba haciendo—. Gracias... ¿Ya nos vamos?
—¿Podré subirle a la radio? —empezamos a caminar hacia el auto.
—Ya soy una experta manejando. Así que sí.
—Hasta que vea tu licencia te creeré —se burló abriéndome la puerta del piloto, dando inicio a nuestra cita.
[🌩️🌩️]
El viaje no duró demasiado, creo que tardé más estacionándome.
Al ver como el rubio se emocionaba al ver el gran edificio dorado lleno de luces, supe que había hecho una buena elección de cita.
Punto bueno para mi.
—Hace mucho que no veníamos —dije señalando el teatro a su izquierda—. ¿Y qué crees? —inquirí sacando un sobre de la guantera—. Ya compré los boletos.
Bajé antes de que pudiera decir algo y cuando llegó a mi lado nos dirigimos al teatro.
—¿Para cuál es?
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Tormenta
Novela JuvenilLa última acción que el chico realizó antes de salir del baño fue regalarle una falsa pero convincente sonrisa a su reflejo, a fin de cuentas la gente a su alrededor no sabía reconocer una falsa sonrisa cuando se la mostraban. Sin más se alejó de es...
