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Capítulo 7: Temí por mi vida.

—¡Detente! —gritó la pelirroja desde el asiento trasero del auto—. ¡Detente! ¡Rory!

—¡Dejen de gritarme! —grité viendo por el retrovisor a Prairie quien se encontraba abrazando exageradamente a Avery.

—Quiero bajarme... —murmuró Avery.

—No es para tanto —dije indignada parando el auto de golpe—. ¿Verdad? —al no recibir respuesta voltee a ver a la dueña del auto; se encontraba más pálida de los normal, sus ojos estaban desorbitados y su respiración estaba muy agitada—.  ¿Chloe?

—Hmm —se limitó a decir.

—No conduzco tan mal —susurré desabrochándome el cinturón de seguridad, después de haberlo apagado.

—Espera, Rory —habló de nuevo Chloe suspirando—. No eres tan mala. Solo necesitas practicar.

—Mucho —corroboró Prairie.

—Si, Rory —volvió a hablar Avery palmeando mi hombro desde atrás—. Tienes la teoría —se encogió levemente de hombros—, solo te hace falta la práctica.

—Muy bien, señoritas —comentó Prairie aplaudiendo pausadamente—. Pónganse de vuelta el cinturón de seguridad.

—Vamos, Rory —alentó Chloe sonriendo—. Desde el inicio.

Me acomodé tomando el volante, mis manos sudaban ligeramente. Le pisé el acelerador, pero el auto no hizo ningún movimiento, extrañada volví a pisarle sin éxito alguno.

—Rory...—escuché a Avery desde atrás.

—No avanza —me excusé pisándole otra vez.

—Aún no lo enciendes, Rory —explicó la castaña ocultando su sonrisa con su mano.

A diferencia de la pelirroja, pues ella no fue para nada discreta, ya que oí sus carcajadas, no me quedaba de otra más que reír también.

[🌩️🌩️]

—¡Rory!

Detuve el auto de golpe haciendo que nos inclináramos al frente, solté una risita nerviosa acomodándome un mechón de cabello atrás de mi oreja.

—No estuve tan mal, esta vez —comenté volteando a verlas.

—Temí por mi vida —informó la pelirroja aferrada al cinturón de seguridad, haciéndome voltear los ojos.

—Otra vez —ordenó Avery, haciendo que pusiera el auto en marcha.

[🌩️🌩️]

—¡Genial! —felicitó Chloe sonriendo, al mismo tiempo que Avery y Prairie aplaudían atrás—. Ahora de reversa.

—¿Qué? —me escandalicé, aunque no fui la única—. Creo que esto ha sido mucho por hoy.

—¿Estamos seguras de esto? —intervino la pelinegra con preocupación.

—Chloe, ¿tu auto tiene seguro contra choques? —bromeo su acompañante de asiento trasero.

—Avery, Prairie. Cállense —ordenó haciendo que las dos dejaran de lloriquear—. Rory...

—¿Si? —murmuré lo más angelicalmente con la esperanza de que olvidara lo que anteriormente me había dicho.

—De reversa.

Sabía que no podía contradecirla cuando hacia la mirada, suspiré haciendo el cambio y el molesto sonido se hizo presente.

TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora