Capítulo 18 parte 3: Por favor controlen sus bebidas.
Después de darle una rápida hojeada a mi nuevo libro regresé con las demás a pasos rápidos, no quería escuchar quejas durante todo el camino.
—Pero lo graban, ¿Okey? —pedía mi hermana.
—Owen te dijo que podías ir —mencionó Chloe amistosamente.
—¿Grabar que cosa? —interrumpí llegando por sus espaldas.
Sus rostros eran para fotografiarlos, pareciera que hubieran visto al mismísimo fantasma de la ópera.
—¿Y qué te pareció el libro? —cambió de tema Avery—. Supongo que por eso tardaste tanto.
—Aún no lo leo —mentí descaradamente—. ¿Qué van a grabar?
Todas se miraban entre ellas en completo silencio, incluida mi hermana.
—No me lanzaran sangre de puerco como a Carrie, ¿cierto? —comenté divertida.
—Miras muchas películas —espetó Avery rodeando el auto hasta el lado del copiloto.
—En realidad leí el libro...
—¿Podemos ya irnos? —se quejó Prairie antes de subirse en el asiento del copiloto sin cerrar la puerta—. Hasta aquí puedo sentir la ansiedad del piolín.
—Sí, yo también —concordó mi hermana empujándome por la espalda—. Adiós, Rory. Adiós, chicas —seguía hasta los asientos traseros—. Diviértanse, tomen mucho y... —bajó su tono de voz dirigiéndose a Chloe— recuerden lo que les pedí.
—Tranquila, mini Rory —dijo la castaña en el mismo tono—. Te lo enviaré en cuanto terminen.
¿Terminar que cosa? Y ¿Qué cosa quiere con tanta desesperación que graben?
[🌩🌩]
Retomando la misma mentalidad en donde me relajaría y la pasaría bien, llegamos a nuestro destino con música y risas de por medio.
—Ya hay mucha gente —observó Avery entrelazando su brazo con el de Chloe.
La música retumbaba desde la acera, las personas entraban y salían por la puerta principal con vasos en las manos hasta el tope.
Sí que era tarde.
—¡Hola, feliz cumpleaños! —arrastró las palabras un chico que jamás había visto en mi vida.
—¡Oh! Gracias.
—Muy bien —nos llamó la atención Chloe—. Por favor controlen sus bebidas.
—Sí. Sí —le restó importancia Prairie caminando más rápido—. ¿Podemos entrar ya?
—¿Por qué tanta impaciencia por entrar? —pregunté.
<¿Ya quieres ver a tu Rubio o qué?> se me quedó atorada esa pregunta en la garganta.
¡Basta, Rory! Si ellos quieren salir está bien... Simplemente apártate.
Sin importar lo que tú sientas, solo apártate.
—¿Por qué se empeñan tanto en caminar lento? —me retó caminando mucho más rápido.
De reojo vi como Avery negaba malhumorada siguiendo sus pasos de cerca.
Es tu cumpleaños, disfruta tu fiesta.
Esas palabras de ánimo hacia mí misma hicieron que me relajara y que mi emoción por volver a ver a los chicos incrementara con cada paso que dábamos con dirección a la puerta.
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Tormenta
Подростковая литератураLa última acción que el chico realizó antes de salir del baño fue regalarle una falsa pero convincente sonrisa a su reflejo, a fin de cuentas la gente a su alrededor no sabía reconocer una falsa sonrisa cuando se la mostraban. Sin más se alejó de es...