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Capítulo 5: Sonríe.

Estaba en mi clase de las 12:00 cuando el profesor encargado de los preparativos de la graduación interrumpió, después de pararnos y esperar la orden de sentarnos nos avisó que debíamos ir a recoger nuestros anuarios antes de que acabe el día.

Una revuelta de murmullos inició. ¿Cómo habré salido? ¿Me firmaras el mío? ¿Crees que Jack quiera firmarlo? ¡Apuesto 5 dólares a que las animadoras tienen más de dos hojas en el! ¿Cuál frase escogiste?

Son los comentarios que alcanzaba a oír desde mi lugar; era de esperarse que ninguno de mis compañeros (incluyéndome) pusieran atención a esta clase por querer ir por su anuario. Creo que activaron la ley de Murphy pues la clase se volvió tan pesada, lenta y tediosa que de seguro hasta al profesor le molestó.

Todos salieron apresurados del aula al escuchar el timbre de salida, como siempre me quedé al final guardando mis cosas, con la única diferencia siendo que esta vez alguien esperaba por mí.

—¿Planeas tardar más? —escuché atrás de mí, sorprendida giré hacia la voz no tan desconocida por mí.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté desconcertada, sabia por fuentes confiables (Prairie y Janik) que su clase estaba hasta la otra punta de la escuela.

—Espero por ti, eso es obvio —contestó el rubio riendo un poco.

Los colores subieron a mis mejillas y una risita se quedó atorada en mi garganta, él.esperaba.por.mi. Nadie nunca había esperado por mi después de clases por voluntad propia.

—¿Vamos? —preguntó después de ver como terminaba de guardar mis lentes en su estuche. Asentí saliendo del aula con él pisándome los talones—. No sabía que usabas lentes.

—Solamente son para leer —mencioné agarrando la correa de mi mochila fuertemente.

Se podía decir que Owen y yo ya habíamos pasado de ser conocidos a "amigos", digo..., después de estar en el mismo círculo de amigos eso nos convertía en amigos, ¿no? Una ventaja era que ya no me ponía tan nerviosa al estar con él.

—Hola, chicos.

Y llegó Cody; un suspiro involuntario salió de mí, obligándome a disimularlo con una tos.

No sé en qué momento se unieron los demás iniciando una conversación en el pasillo; al ver las manos vacías de todos, supuse que nos dirigiríamos juntos por nuestros anuarios.

Llegamos entre risas al auditorio; no pude evitar echarle una rápida mirada al rubio a un lado de mí, llevándome la sorpresa de que él ya me estaba mirando. Sonrojada le sonreí levemente consiguiendo una sonrisa de respuesta, sentí el codo de Prairie golpear mis costillas ocasionando que desviara mi mirada de esos preciosos iris verdes hacia los otros iris verdes de mi pelirroja.

Había unos 15 alumnos esperando antes que nosotros, así que no tuvimos que esperar mucho. Recuerdo el día que se tomó la foto, desperté después de estar toda la tarde en la feria con mis amigas.

[El segundo día más esperado para los alumnos de 6to. semestre había llegado. Justamente al entrar por las grandes puertas el olor a diferentes perfumes mezclados, además de aerosol para el cabello llegó a mi. La población femenina se miraba espectacular con sus finas capas de maquillaje y peinados cuidadosamente hechos, sin olvidar a la población masculina quienes se miraban perfectamente apuestos con sus cortes de cabello; el uniforme azul marino de todos estaba limpios y planchados, las corbatas rojas y la camisa blanca de botones estaban firmemente en su lugar, al igual que las calcetas azules y los zapatos de gala.

TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora