Tú Siempre [Teen Wolf]

Capítulo 18

Stiles

¡FINALMENTE SOY UN HOMBRE LIBRE! Me acababan de quitar el yeso y apenas estábamos a martes, ¿no es genial?

-Tendrás que venir a unas cuantas terapias para observar el comportamiento de tu brazo y cómo evoluciona. Mantente hidratado y no hagas aún mucho esfuerzo, ya que has perdido masa muscular.

-Entendido doctor.- le dije claramente de buen ánimo, nada podría nublar el hecho de que finalmente me sacarían el yeso. El doctor y mi papá me miraron algo confusos.

-Bueno, ya pueden irse.

-Gracias doctor.- le dijo mi papá. Una vez salimos de la sala volvió a hablar- Ya sabes, Stiles, nada de grandes esfuerzos, no hay lacrosse y deberías esperar un poco para conducir.

-Sí, sí, papá, no quiero volver a fracturarme en mi vida.

No le había contado a los chicos así que mañana llegaría sin yeso y sería una sorpresa para todos.

***

Bajé de la patrulla y Scott me estaba esperando en la entrada de la escuela. Yo aún caminaba con el brazo flectado, pero cuando llegué junto a él lo extendí despacio y él abrió la boca de sorpresa.

-Soy libre.

-¿Cuándo te lo sacaron?

-Apenas ayer.

-¿Por qué no me dijiste? ¡Qué bien, hermano!- dijo Scott dándome un saludo de mano en la derecha- Aún así debes cuidarte por un tiempo, se nota que está más delgado que el otro -entramos a la escuela-.

-Sí, ni que lo digas, cuando me lo sacaron creí que mi brazo era el de un anciano- Scott rió-. Pero al menos me quedó una cicatriz de guerra.

Se la enseñé. No era tan grande, pero fue en el lugar donde me pusieron unos tornillos para una placa que tendría que sacarme algún día o no.

Como íbamos caminando por el pasillo, no pasó mucho tiempo hasta que algunos chicos se nos acercaron y nos hablaron, hasta que finalmente llegaron las chicas.

-¡Wow, Stiles! ¿Por qué no nos contaste?- comentó Lydia al llegar junto a Malia-.

-Porque quería que fuera una sorpresa.

-Y vaya que lo fue -dijo Malia aún con un toque de impresión- ¿Cómo te sientes?

-Bien, aunque no puedo hacer gran esfuerzo aún...

-Obviamente.- me interrumpió las castaña.

-Sí, pero debo asistir a algunas terapias para recuperar músculo.

-¿Cómo recuperas algo que nunca tuviste?

-Muy graciosa, Lydia.- se lo dije con sarcasmo pero todos nos reímos.

***

-Ya te dije, puede que sí lo sea esta vez.

-Está bien, voy saliendo a tu casa.

-Podríamos vernos allá.

-Aún no puedes conducir, Stiles, espera al menos una semana.

-Agh, bien, pero apresúrate.

Como buen día viernes, una llamada policial nos levantó de la cama. Eran las 2:45 am, pero lo bueno es que mi papá estaría ahí y la madre de Scott estaría de turno.

Scott llegó a los minutos, estacionó su moto y subió al jeep donde yo ya lo esperaba en el asiento del copiloto.

-Llamaré a las chicas.- le dije y marqué a Malia.