Tú Siempre [Teen Wolf]

Capítulo 30

Stiles

Fue un largo mes. Mi nivelación está terminada y volveré hoy para la graduación, que será en dos días.

Conocí a un par de amigos, nada comparado con la manada, pero son agradables e hicieron más amena la estadía.

Estaba armando una de las maletas que trajimos Malia y yo hace un mes, pues las vacaciones empezarían y tendría que venir en un mes y medio para las clases oficiales, por lo que me quedaría en Beacon Hills hasta que inicien.

Lo mejor de todo era que Malia logrará graduarse. Se ha esforzado bastante para esto y se lo merece. Obtuvo su traje hace unos días, ya que aún no estaba segura, pero me alegro de que se gradúe junto con nosotros. No puedo esperar a verla con la toga y el birrete.

***

-¿Qué tal la academia?

Iba en la patrulla con mi papá a casa. Me había ido a buscar y no le había dicho a los chicos, por lo que se llevarían una sorpresa al verme llegar un día antes de lo esperado.

Le conté sobre cómo fue mi estadía en la academia. Es fascinante. Es un edificio enorme y he aprendido algunas cosas ya, pero estoy ansioso porque las clases reales comiencen.

Llegamos a mi casa. No había cambiado absolutamente nada.

-¿Sólo trajiste una maleta? -dijo tomando mi equipaje del portamaletas- Es muy liviana.

-Sí, es que aún me quedan cosas aquí así que las usaré y luego me las llevaré.

-Ah... -empezamosa caminar a la puerta- Eso explica por qué faltan algunas de tus figuras.

-Así es. No podía despertarme sin ver al dúo de Han Solo y Chewbacca para iniciar mi día.

Se rió y ambos entramos. Mi papá subió mi maleta y yo me quedé un momento contemplando mi casa. Fui hasta la cocina y vi un par de copas de vidrio en el lavaplatos. Las miré con algo de extrañeza, ¿mi papá estuvo con alguien?

-¿Vino alguien ayer? -le dije cuando bajó-.

-¿Qué? No, no...

-¿Y esas copas?

-Ah... -levanté las cejas- Está bien. Sí, invité a alguien.

-Qué bien, papá -dije encogiéndome de hombros-, ¿Quién es?

-Helena.

Decir que me sorprendió era poco, pero recordé que me dijo que ellos fueron compañeros en la secundaria y que a veces se encontraban por casualidad y papá llegaba tarde, aunque ahora, pensándolo bien, no estoy tan seguro de que haya sido casualidad.

-Wow, es... Fantástico.

Sonreí sinceramente y lo abracé. Helena me caía bien y si mi papá estaba feliz, yo también.

***

Luego de tomar una ducha y almorzar, decidí salir a ver a los chicos. Mi papá se iba al trabajo así que pasó a dejarme a casa de Malia, era a quien más quería ver.

Este mes fue extraño. Mi relación con Malia antes era, en gran parte, afectiva, y en este último mes habíamos estado conversando más, incluso sobre nuestro futuro.

Malia estaba más comunicativa. Seguía siendo ruda y directa, pero cada día se expresaba mejor y eso me agradaba, pues las llamadas telefónicas a veces se extendían más de lo planeado, pero en este instante moría de ganas de besarla y abrazarla.