Tú Siempre [Teen Wolf]

Capítulo 15

Malia

-Adiós.- me despedí con la mano.

-Adiós.- respondió el sheriff- Gracias por venir, Malia.

-Te acompaño al auto.- dijo Stiles.

-No es necesario, deberías descansar.

-He descansado todo el día, Malia, y aún puedo caminar.

Rodé los ojos y salimos a la noche.

-¿Por qué viniste?

-Porque mi tía me insistió en que lo hiciera. Me dijo que comprara una pizza y la trajera para cenar, ya que no pudimos tener nuestra cita. -dije sin mirarlo.

-Ah.- asintió y miró sus pies.

-Y -suspiré, ¿cómo se lo digo?- te escuchabas desanimado y quise venir a ¿animarte? No sé si lo logré, pero quería... Estar contigo -me encogí de hombros-.

Volvió a mirarme y me sonrió, fue entonces cuando lo miré y le sonreí de vuelta.

-Lo lograste, gracias.- asentí- También quería estar contigo.- llegamos al auto.

-Puedes llamarme... Cuando quieras, por lo que sea que necesites, prometo contestar a cualquier hora.- se rió y yo lo miré confusa- ¿De qué te ríes?

-Nada, sólo... Nada.- seguía sonriendo así que fruncí mi ceño e hizo algo que no me esperaba en absoluto.

Se acercó a mi y me abrazó con su brazo derecho pasándolo por mis hombros. Yo intenté hacerme un poco hacia atrás para no presionar tanto su brazo izquierdo que había quedado entre nosotros, pero no aflojó su agarre.

-Gracias.- besó mi frente y puse mis manos a sus costados, apretando la sudadera que él llevaba.

-De nada.

***

La semana siguiente Stiles no asistió a clases, lo cual no me sorprendía y le había advertido que si lo veía aquí lo enviaría a su casa yo misma.

Le conté a Lydia sobre lo que pasó el fin de semana y no me regañó ni nada por el estilo, simplemente se alegró porque estuviera feliz y me dijo que me apoyaría siempre.

Si tuviera algo que contar, sería que el lunes Nathan se me acercó cuando estaba en mi casillero y se disculpó por lo que hizo en el partido. Debo reconocer que no actuó como idiota en ningún momento de la conversación y sus latidos me decían que estaba siendo honesto, pero no es como si le fuera a dar un premio por mandar a Stiles a casa.

-No tienes que disculparte conmigo. Deberías disculparte con Stiles si estás en tu momento de arrepentimiento.- Fue lo último que le dije y luego me fui a mi clase.

Pese a que Stiles no había asistido, sí me enviaba bastantes mensajes diarios, a veces incluso sin sentido, pero me causaba gracia.

Quedamos en que cada viernes, como hoy, iría a su casa para ayudarlo a repasar las materias y que no se quedara atrás, después de todo era su último año y le habían dado casi dos meses con yeso.

-¿Irás a ver a Stiles?- me preguntó Scott cuando caminábamos en el pasillo en dirección al comedor.

-Sí, más tarde.

-Yo lo fui a ver ayer.

-¿Cómo estaba?- preguntó Lydia.

-Aparentemente bien, pero sigue teniendo ese aire desanimado que vimos el martes.

-Deberíamos hacer algo para animarlo.- sugirió Lydia.

-Pienso lo mismo. Podríamos ir todos juntos de nuevo, pero hacer algo más.-dije yo.