Capítulo 32

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Malia

A la mañana siguiente revisé mi vuelo. Por suerte, había demorado nuevamente antes de llegar a California así que aún tenía tiempo.

Luego de una ducha, bajé a desayunar y ahí se encontraba mi padre preparando unos huevos.

-Buenos días.

-Buenos días -respondí neutral mientras tomaba asiento-.

-¿Estás bien?

-Sí -me miró-. No..

-Cuéntame -dijo dejando sartén y tomando asiento junto a mi.

-El vuelo se atrasó.

-Ya, pero eso me lo dijiste anoche.

-Sí, lo que no te dije es que...-inhalé hondo y solté el aire con pesadez- Algo está pasando en Beacon Hills, algo sobrenatural y -pasé mis manos por mi cara- hasta que lo solucionemos no puedo irme, tampoco los otros.

Guardó silencio un momento, pensando con el ceño fruncido hasta que salió holor a quemado del sartén y entonces se levantó rápidamente para sacarlo de la cocina. En silencio, los puso en un plato junto al tocino, unas tostadas y luego lo puso frente a nosotros. Luego tomó asiento otra vez, suspiró y comenzó a hablar.

-¿Hay algo que pueda hacer tu humano padre por ti?

Inevitablemente sonreí con ternura. Sé que era difícil para él porque era nuevo y quería apoyarme, mas no estaba segura de cómo podría hacerlo.

-Mal, sé que esperaste con muchas ansias la respuesta de Francia, así que si puedo hacer algo para que estés lista antes del vuelo...

-Lo sé, cuento contigo -asintió-, gracias.

Se inclinó, besó mi frente y luego se acomodó para desayunar, al igual que yo. Sé que se debatió en silencio hace un momento, y la verdad me sorprendió su respuesta, pues creí que me regañaría, pero supongo que sabe que somos los únicos que podemos hacer algo por la ciudad y que es nuestra responsabilidad. Aún así, me pregunto cuánto tiempo tendré para llegar y confirmar mi asistencia a la universidad.

***

-Muchas armas.

Estaba con Scott intentando descifrar la computadora de Argent, pero ninguna de las contraseñas que ingresaba eran la correcta. Scott se acercó, creyendo saber cuál era, y escribió "Allison".

-¡Bingo! -dije en voz alta.

Scott comenzó a abrir ventanas y pestañas dentro de la computadora hasta que llegó a la agenda, donde indicaba que estaría en un lugar para un intercambio.

-No es muy lejos. Es esta noche.

-¿Estarás bien?

-Sí, sólo es Argent.

-Pero, ¿qué hay de las demás personas del intercambio?

-Mhm.Veré si Parrish puede acompañarme, pero si algo sucede las llamaré a ti y a Lydia.

Sonrió intentando dar seguridad pero no lo logró del todo, y yo no aguantaba preguntarle lo obvio.

-Scott -me miró-. ¿Qué pasó anoche?

-Sí... Entiendo -suspiró pesadamente-, me puse mal, y eso te preocupa.

-No solo a mí, Lydia, Parrish, el sheriff, los policías... -empecé a enumerar a los que vieron lo de anoche-.

-Lo sé, lo vieron. No sé que pasó, pero estoy bien.

Me sonrió intentando que sea una sonrisa tranquilizadora, pero no me lo trago. Sólo hice una mueca de lado y volví mi vista al ordenador.

Tú Siempre [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora