Capítulo 33

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Malia

Nos marchábamos, o eso queríamos que los demás creyeran.

Los cazadores habían rodeado la comisaría durante el día cuando estábamos con los chicos, Quinn, dos cambiaformas y el odioso de Theo, pero al final el papá de Scott llegó y se llevó a los cambiaformas que iban con Theo para procesarlos debidamente y no asesinarlos como Gerard quería.

Fue un día extraño, en un momento comencé a temblar y, si no fuera por Lydia, me aterra pensar en que habría actuado impulsivamente, escapando o algo así.

Estaba en casa con la maleta que tenía desde que me iba a Francia, esperando por Lydia que vendría por mí.

A estas alturas, papá ya estaba al tanto de todo lo que ocurría en Beacon Hills, incluso algunos de sus amigos se habían vuelto cazadores. Se había ofrecido como espía, pero sería muy peligroso si lo descubrían. En cuanto a mi tía, creo que se había devulelto a su departamento y ya ni la veíamos.

-¿Funcionará? -preguntó él.

-Eso espero -le respondí y lo abracé despidiéndome cuando el auto de Lydia se estacionaba a unos metros de la entrada.

Me subí al auto y fuimos con Scott. Ambos nos dirigimos hasta la clínica veterinaria. Este era el plan, hacerle creer a todo el mundo que nos íbamos, incluso a nuestros cercanos.

Al día siguiente, Mason apareció aquí y le explicamos bien la situación. Teníamos un plan. Claro que teníamos un plan.

***

Bueno, no salió muy bien. Nos adentramos en el cuartel de Gerard, pero se activaron láseres rojos para detectar el movimiento. Demonios.

-¡No activen el sensor! -se escuchó la voz de Argent por la tubería al momento que otro sensor se encendía y que nos llegaría de lleno.

-¡Vamos! -gritó Scott y empezó a avanzar a través de los sensores, esquivándolos y saltando sobre un estante de metal. Yo lo seguí y quedé acostasa boca abajo junto a él.

-¿Qué hacemos ahora? -pregunté.

-Debemos encontrar una salida.

Empecé a mirar a mi alrededor y encontré una ventana en el techo, no estaba tan lejana a mi alcance.

-¡Ahí! -me iba a levantar, pero la mano de Scott en mi nuca me obligó a tenderme de nuevo a su lado. Lo miré con el ceño fruncido por la fuerza con la que lo hizo.

-Lo siento. Era un sensor.

-Creo que esa es nuestra salida -le señalé con la mirada la ventana.

-No llegaremos.

-Yo sí puedo -nuevamente me apegó al estante de metal.

-Podrías activar el sensor.

-Créeme, puedo hacerlo.

Scott miró a nuestro alrededor, seguramente buscando otro plan, pero finalmente accedió. Con cuidado comencé a arrastrarme hasta la orilla del estante y, cuando el sensor pasó, me aferré a un pilar de metal. Lo rodeé con ayuda de mis piernas y brazos, sin tocar el suelo.

A mis espaldas tenía la ventana sobre mí y lo que tenía que hacer era saltar hasta aferrarme en el techo y quitar el candado.

-Tú puedes -dijo Scott cuando me vio titubeando un poco.

Me armé de valor nuevamente y esperé a que los sensores pasaran. Cuando lo hicieron, salté al techo y comencé a girarme un poco, pero los sensores ya venían así que me vi en la obligación de elevar mis piernas al techo.

Tú Siempre [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora