Capítulo 25

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Stiles

El panel de las ciudades estaba cambiando. A pesar de ser un lugar cerrado, el viento corría y arrastró un boleto hasta mis pies.

-Stiles.

Escuché una voz susurrando.

-Stiles.

Otra vez y más alto.

-Stiles, ¿a dónde vas?

-¿Malia?

-Atención a todos los pasajeros, el tren llegará en 25 minutos -soltó aquella voz desde alguna radio, una radio que aún no encontraba.

Las personas comenzaron a ponerse de pie, dificultándome el paso hacia donde creía que provenía la voz de Malia.

-¿Malia?

-Stiles.

-¿¡Malia!?

-Stiles -su voz era cada vez más cercana y real.

-¡MALIA! -grité y un disparo se escuchó, haciendo que todas las personas dejaran de avanzar.

-Denle un poco de espacio.

-¿Papá? -no podía creerlo, él estaba aquí- ¿Papá? -corrí a abrazarlo- Dios mio.

-Te encontré -nos separamos y nos miramos-. No puedo creer que te encontré.

-Papá escucho a Malia. Creo que si llego a ella podría sacarnos de aquí.

A sus espaldas comenzaron a escucharse los cascos de los caballos y viento empezó a correr nuevamente.

-Tienes que salir de aquí. No te preocupes por mí.

-¿Qué? Es broma, ¿no?

-Ve, trae ayuda. Encuentra a tus amigos.

-¿Qué hay de ti? -sonrió.

-Nos volveremos a encontrar.

-Papá.

-Stiles los detendré, pero vete de aquí, ¡Corre!

Dudé por un momento, pero ya no escuchaba la voz de Malia así que corrí. Corrí hacia las vías, hacia donde vi desaparecer el cuerpo de Peter Hale.

De pronto una luz blanca apareció y comenzó a hacerse más grande.

-Estuve con él... -era su voz otra vez así que seguí avanzando despacio- El día en que se fue y... Nunca pude decírselo.

"Nunca pude decírselo". Esa frase resonó en el túnel por un instante.

-Stiles. Stiles podemos verte -seguí avanzando-. ¡Stiles avanza!

Vi algo acercándose, una sombra y otras dos detrás... La manada.

-¡Stiles sigue! ¡STILES POR FAVOR! -gritó Malia con desesperación.

Seguí avanzando hacia la luz, pero no ese tipo de luz, sabía que esta me sacaría de aquí.

Avancé. Avancé y... ¿Oscuridad? ¿Qué demonios? Estaba incómodo, como en cuclillas así que de a poco comencé a levantarme y, finalmente, vi donde me encontraba. Estaba en mi Jeep.

Sin detenerme a pensar, conduje hasta la casa de Scott. Al llegar lo llamé pero no apareció, la casa estaba vacía. Decidí ir a mi casa por mi bate y luego ir a la comisaría, pero también estaba vacía.

Quise ir al hospital, con suerte encontraría a Melissa. Me estacioné y cuando bajé del auto reparé en las enormes vías de tren que entraban al edificio, ¿Qué carajos?

Tú Siempre [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora