Capítulo #24

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"Tranquilo, Kuro-kun"

—Bien, entremos —dijo el profesor, caminando hacia la construcción—. Anímense.

Lo primero que hice al entrar fue romperme la mandíbula contra el lujoso suelo del edificio.

—Cada edificio alberga a una clase —comenzó a explicar Aizawa—. Los cuartos están arriba, las chicas irán a la derecha y los chicos a la izquierda. Pero la planta baja es un área común. En este piso están la cocina, los baños y la lavandería.

El lugar era enorme. Estaba repleto de muebles y tecnología de todo tipo. Las aberturas, incluyendo las ventanas, eran de tamaños descomunales, lo que lo hacía un espacio bien iluminado, tanto artificial como naturalmente. Las columnas eran muchas y de un estilo clásico, por lo que imponían una presencia exagerada.

—¡Tiene un patio! —mencionó Sero, mirando por la puerta trasera.

—¡Que grande! ¡Que limpio! —exclamó Ashido—. ¡Un sofá!

Iida, Yaoyorozu, Bakugo y Todoroki eran los únicos que no parecían impresionados.

—¡Parece una mansión!

Y yo concordaba con Uraraka, por primera vez. Pasar de una habitación humilde en un viejo bar abandonado a una moderna construcción de dimensiones inimaginables era chocante.

—Hay cuatro cuartos por sexo en cada piso, cinco en total. —El profesor comenzó a caminar hacia un ascensor, el cual no había notado antes—. Todos tienen su habitación.

Lo seguimos hasta el primer piso y entramos a algunas de las habitaciones.

—Están equipados con aire acondicionado, baño, refrigerador y armarios.

—Tienen balcones —informó Midoriya—, ¡Genial!

Solo faltaba que nos sirvan el desayuno a la cama y podríamos considerarnos millonarios.

—Es como del tamaño de los armarios en casa.

Claramente, Yaoyorozu no me dejaría disfrutar aquel momento. Esa chica me violentaba.

—Ya colocamos las pertenencias que enviaron antes en el cuarto de cada uno, así que desempaquen para hoy —ordenó, enseñándonos una hoja con la asignación de habitaciones—. Mañana les diré como proseguir. Por ahora, es todo. Retírense.

[...]

Abrí la puerta de la habitación, dispuesto a ir a planta baja para intentar familiarizarme con el lugar, y mis músculos se tensionaron por completo cuando una conocida cabellera blanca acaparó completamente mi vista, moviéndose de izquierda a derecha.

Su ojo oscuro se encontró de reojo con los míos por un instante, pero no se detuvo. Extrañado, asomé la mirada sobre el marco de la puerta y lo observé alejarse por el pasillo.

Fruncí el ceño, confundido, al verlo entrar en la habitación contigua a la mía. El sonido de la puerta cerrarse me hizo apretar los labios, recordando que, por alguna razón, Todoroki parecía estar enojado conmigo desde el rescate de Bakugo.

En otra situación, debía admitir, me hubiese emocionado el hecho de tener nuestros cuartos uno al lado del otro. Pero, considerando que el chico tal vez intentaría evitarme a partir de ahora, ser vecinos de habitación solo haría toda la situación aún más incómoda.

Intenté ignorar mi necesidad de correr hasta su puerta y preguntarle que le ocurría, porque sabía que sería mejor darle su espacio para pensar en lo que sea que le haya molestado. Aunque desearía poder ser tan indiferente con él como con los demás y que no me doliera, era consciente de que me arrepentiría si alguna acción impulsiva de mi parte lo alejara aún más.

The Fire in My Blood [Shoto Todoroki x Male!Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora