Capítulo #3

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"No me toques"

El muchacho de seis brazos abandonó el edificio, ¿su compañero pretendía ganar solo?

El frío comenzaba a sentirse en la sala de vigilancia, e incluso había un poco de hielo en algunas esquinas. Algunos de los alumnos tuvieron que abrazarse a sí mismos.

En una de las cámaras, se revelaron unas huellas de pies humanos en el suelo congelado. Había atrapado a la chica invisible, al igual que a su compañero. Lo observamos caminar hacia el último piso, sin ningún tipo de apuro ni expresión.

"Ganó", declaré para mí mismo, boquiabierto. "Y prácticamente sin esfuerzo". Lo miraba circular completamente sereno. Estaba anonadado con semejante poder que el bicolor poseía.

El de la cola, quien vigilaba el arma, no pudo hacer nada para defenderla. Se limitó a ver a su oponente aparecer de la oscuridad, caminar hasta su objetivo y tocarlo, dando final al ejercicio.

—Él no causó daños a su compañero de equipo o al arma nuclear —recalcó el profesor—, además de eso, debilitó al enemigo.

Vapor comenzó a nacer de su mano izquierda, con la cual estaba tocando el arma, provocando que el hielo que rodeaba al edificio empezara a derretirse. Reí sorprendido una sola vez.

—¿Qué...? ¿Calor? —pregunté, en voz baja.

—Sí, así es. —Una chica de oscuro cabello corto y flequillo me contestó—. Con su mano derecha congela y con la izquierda, quema. Un don increíble, digno de alguien poderoso. Es Todoroki Shoto, uno de los cuatro admitidos por recomendaciones.

"Todoroki", repetí para mi mismo, impresionado. Él tenía que ser el hijo del héroe número dos.

Endeavor era mi héroe favorito desde que tenía memoria, por lo que se había convertido en mi ejemplo a seguir. Claro, mi padre no tenía idea de eso. A mi parecer, Enji Todoroki cumplía con todos los requisitos para ser el mejor. A pesar de su temperamento algo violento para un héroe, era claramente ambicioso y dedicado. Además, él mismo reflejaba la realidad de los héroes, pues no todos lo eran por el simple hecho de ser buenas personas.

Sin embargo, crecí y, con eso, aprendí un poco más del mundo real. Ningún héroe era inocente, ningún héroe actuaba por la simple satisfacción de ayudar a los demás y ningún héroe merecía ser admirado e idolatrado, por esas mismas razones.

Volví mi vista a la pantalla, para verlo salir igual de tranquilo y sereno que había entrado. Sería interesante compartir clase con el hijo del héroe número dos, y a mi padre podría servirle la información que consiguiera de él.

[...]

—¡Última batalla! ¡Equipo E, héroes, y Equipo F, villanos!

Había llegado nuestro momento. Mi grupo se estaría enfrentando al de los animales y al chico super fuerte. Había estado observándolos y analizándolos durante las batallas de nuestros compañeros, esperando elaborar alguna estrategia con sus puntos débiles.

Antes de dirigirnos al edificio, caminé hasta mi compañera, Ashido Mina. Según tenía entendido, su don era ácido. Intenté sonreírle calurosamente, aunque sin mucho éxito. Eso de ser amigable no se me daba. Sin embargo, ella me respondió con un saludo alegre.

—Esto... —dudé, nervioso, mientras rascaba mi nuca—, deberíamos pensar en un plan mientras les damos sus cinco minutos para acomodarse.

—¡Claro! —asintió entusiasmada—. ¿Qué tienes en mente?

—Bueno, según estuve viendo, los pasillos y habitaciones de los edificios son oscuros. Mi don normalmente podría utilizarse con un mínimo de iluminación, pero yo apenas sé como controlarlo, por lo que necesito una mayor cantidad de luz. No me alcanzará con la poca que habrá... no hay muchas ventanas en esta construcción, excepto las de arriba.

The Fire in My Blood [Shoto Todoroki x Male!Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora