Hoy era la ceremonia de Francis y yo estaba incluso más nerviosa que él. Nos encontrábamos en mi habitación, terminando de arreglarnos. De seguro, ya todos esperaban abajo, pero eso no nos importó mucho.
—Debemos hablar antes de bajar —dije agachándome un poco.
—¿Qué pasa? —preguntó un poco asustado.
—La mayoría aquí hizo su ceremonia cuando eran bebés, así que no recuerdan mucho el dolor que puede causar.
—Excepto tú —dijo y yo asentí—. ¿Duele mucho?
—No puedo mentirte. Sí, me dolió, pero creo que fue por la marca oculta de Cristal. Para todos puede ser diferente, pero quiero que entiendas que eres lo suficientemente fuerte como para soportarlo, ¿si?
—¿Qué pasa si no quedo en la familia Hunter o Evans?
—Nada malo, seguiremos viéndonos, ¿si? Nada va a cambiar.
Me dio un abrazo rápidamente y luego me miró algo triste.
—¿Qué sucede? —pregunté preocupada.
—Nada, es solo que desearía que Daniel estuviera aquí.
Sonreí de medio lado para hacerlo sentir mejor y acaricié su mejilla.
—Estoy segura de que él amaría estar contigo en este día especial también.
—¿Crees que algún día vuelva?
—Estoy segura.
* * *
La familia de Francis, ósea todos nosotros, debíamos sentarnos en las sillas que estaban frente a la mesa de mármol tras la academia principal. Todos estábamos muy impacientes, especialmente Adam y yo porque esto definiría a que familia pertenecería Francis y también el poder que tendría.
Cuando las puertas traseras de la academia principal se abrieron, Francis caminó entre todas las personas con mucha confianza en sí mismo, lo cual me causó diversión y extrañamente orgullo porque yo estaba muriendo de los nervios cuando hice la ceremonia.
Nos miró de reojo cuando pasó por nuestro lado y se acercó a la mesa de mármol en donde Adrian, el hechicero de la alianza, estaba del otro lado.
—Daremos inicio a la ceremonia —dijo Adrian mirando a Francis.
El hechicero tomó la cuchilla que se usa para las ceremonias y la hechizó, provocando que unas pequeñas luces volaran por el aire. Era extraño pensar que aquella cuchilla había cortado la mano de todos los miembros de la alianza.
Francis tomó la cuchilla entre sus manos y vi que suspiró profundamente. No sabía exactamente qué pasaba por su mente, pero se notaba que estaba un poco nervioso. De un momento a otro, presionó fuertemente la cuchilla contra su palma y cortó rápido para acabar con aquella agonía.
El polvo de vea sobre la mesa se tiñó de rojo y Adrian comenzó el hechizo, dejando que la luz de sus manos envolviera el polvo junto con la sangre. Cuando finalizó, el collar de Francis estaba allí y él no podía estar más feliz. Lo tomó rápidamente y con algo de dificultad, logró colocárselo. Estaba tan feliz que olvidó que primero se dice el juramento, pero los directores dejaron pasar ese pequeño detalle.
—Yo, Francis James, juro lealtad y respeto a la raza así como también a la familia que perteneceré —dijo sonriente.
Sentí que un nudo se me formó en la garganta, pero sonreí de todas maneras. Francis me miró por un segundo y luego se recostó sobre la mesa de mármol. Los seis directores se acercaron a él y Cristal le quitó los zapatos junto con los calcetines.
El primero en dejar una pequeña gota de sangre en el pie izquierdo de Francis fue David O'Donnell, después Jasmine Evans en el derecho. En la mano izquierda, Ulises Night dejó su gota de sangre y en la mano derecha, el director Wells. Finalmente, Sofia Hunter dejó una gota en la frente de Francis y Cristal en su pecho.
Los directores se alejaron y Adrian continuó con todos sus extraños hechizos. Las luces salían de sus manos y yo no podía dejar de pensar en Blas una y otra vez. Una vez que finalizó, Francis se sentó y se miró la muñeca sorprendido.
Adam y yo nos miramos de inmediato y no dudamos en acercarnos a él para averiguar a qué familia pertenece.
—Dios mío —susurró Adam.
Abrí los ojos de la impresión al ver su marca y suspiré derrotada. Estaba segura de que podría ser Evans, Hunter o incluso Night por Sabrina, pero como siempre esto de las familias es algo aleatorio. También he escuchado decir a algunos que la familia te elige a ti por tu personalidad, pero solo son rumores y leyendas.
—¿Estás bien? ¿Estás feliz? —preguntó Adam—. Jamás nos separaremos si es lo que temes.
—Siempre estaremos a tu lado, ¿si? —dije sonriendo.
—¿Tengo que dormir en la academia de ellos ahora? —preguntó—. Nadie duerme allí. Estoy acostumbrado a la soledad, pero me estaba acostumbrando a todos ustedes.
—Puedes pasar días enteros con nosotros, no te preocupes. Además, la academia ya está lista y Cristal estará ahí. También Noel —dije para tranquilizarlo.
Adam lo sujetó de ambos hombros con delicadeza y lo miró a los ojos.
—Eres un Black ahora y debes estar orgulloso de eso. Literalmente serás la primera generación de esta nueva familia. Marcarás un antes y un después junto a Noel y Cristal.
Francis asintió rápidamente y abrazó a Adam fuertemente. Me sorprende mucho que tenga que ser parte de la familia Black, pero Cristal es una excelente directora. Además, no es como si se fuera a vivir lejos.
—¿Esto quiere decir que podré hacer campos de fuerza? —preguntó emocionado.
—Sí y para tu suerte, yo puedo ayudarte porque también tengo la marca.
—Camille —dijo Adam—, también eres Black en teoría. No había pensado en eso.
—Exacto —dije sonriendo—. Lo haremos genial, ¿verdad, Francis?
—Sí —dijo contento.
—Ahora ve a saludar a la directora de tu familia.
Francis se bajó de la mesa y corrió hacia donde estaba Cristal. Ambos se abrazaron de inmediato y Noel llegó a su lado. Era la familia más pequeña, pero ya podía ver que eran bastante poderosos los tres.
Sentí que Adam pasó un brazo por mis hombros y me abrazó. Yo pasé una por su cintura y no despegué la mirada de Francis.
—Ha crecido —dije sonriendo—. Cuando lo conocí era más bajo.
—Espero que el tiempo no pase tan rápido. De todos modos, me alegra que tu puedas enseñarle del poder. Sé que Cristal sabe controlarlo muy bien, pero tú lo tienes desde hace mucho más tiempo.
—Es un poder algo complicado, pero una vez que logras controlarlo, todo es fantástico. Aún recuerdo cuando no sabía por qué tenía aquel poder y me frustraba mucho.
—Ahora eres genial en ello, ¿no?
—Soy la segunda mejor, querido Adam.
—Lo tengo claro, Cam —dijo riendo, mientras me abrazaba un poco más fuerte.
A pesar de tener a muchos de mis amigos lejos y también a mi novio, este momento era uno feliz y no lo cambiaría por nada del mundo. Agradezco tener un poco de felicidad y normalidad por alguna vez en la vida.
***
Algunos se lo preguntaban, pero ya sabemos que Francis es un pequeño Black <3.
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Los Caídos #6 - Ángel de la muerte
FantasyCon la mayoría de sus amigos lejos de la ciudad, Camille debe enfrentar al ángel de la muerte para proteger a dos importantes personas.