24. Explosión de nerviosismo

850 134 57
                                    

No estaba segura de qué pasaba exactamente, pero a medida que me movían delicadamente de un lado a otro, abrí los ojos despacio. Estaba muy confundida porque debí despertar con Will a mi lado. De hecho, estaba segura de que ya había despertado y que incluso habíamos hablado.

Cristal me miraba fijamente y algo preocupada. Era ella quien me había despertado y quien llamaba mi nombre.

—¿Estás bien, Cam? —preguntó—. Todos te hemos estado buscando, pero nadie pensó que aún estarías durmiendo.

—¿Qué hora es?

—Las cuatro de la tarde.

—¡Las cuatro! —exclamé sorprendida y me senté de inmediato—. ¿Dónde está Will?

—¿Will? —preguntó confundida—. Está con Adam.

Miré a mi alrededor detenidamente y me di cuenta que la ropa de la noche anterior no estaba por ningún lado. Quizás estaba en el baño, pero no recordaba haberla dejado allí. Solo recuerdo que la tiré a algún lado cuando estaba con Will.

Todo era muy extraño. Quizás hasta fue un sueño.

—Arréglate porque iremos a ver a Dean —dijo antes de irse.

* * *

Estábamos los cinco en la academia principal, que ahora era de los Black, ya que veríamos a Dean. Necesitábamos saber si estaba listo para ir a ver a su padre o si del contrario necesitaba más tiempo.

Mientras íbamos camino al nuevo salón de descanso, observé a Will de reojo y parecía ser que nada había pasado. Hablaba con Adam de cosas sin sentido y poco me tomó en cuenta. Es lo usual, realmente lo es. Cuando está con Adam, suele olvidarse del resto del mundo.

Todo parecía tan normal que me abrumaba porque estaba segura de que nada había sido un sueño. Decidí no darle importancia hasta que pudiera hablar con él porque había temas más importantes de los que preocuparse ahora.

Dean estaba en el salón esperándonos. Se veía mucho mejor y hasta tenía un poco de color en las mejillas. Nos saludó rápidamente con la mano y luego nos pidió que nos sentáramos.

—Hoy iré con mi padre, chicos. Sé que será algo impactante para él, pero debo hacerlo —comentó el ángel—. Sé que puede ser algo peligroso, pero necesito que alguno de ustedes venga conmigo.

—¿Por qué? —pregunté—. ¿Qué debemos hacer?

—Si mi padre no razona, alguien debe llevarse a Oliver por las malas, ¿entienden?

—Yo iré —dijo Adam.

—No, no lo harás —mencionó Will—. Es muy peligroso.

Adam lo miró de mala gana, pero sorprendentemente no dijo nada. Tal vez ahora que es padre es consciente de que no puede poner su vida en peligro tan fácilmente.

—Yo lo haré —dijo Jas—. No tengo nada que perder, chicos. Todos ustedes tienen responsabilidades muy grandes y yo no.

—Pero Jas —dijo Adam y luego miró a Dean—. ¿Tú no dirás nada? Es tu asignada y se supone que debes protegerla.

—Sé cual es mi trabajo, Adam, pero no trataré a tu hermana como si fuera una damisela en apuros. Si ella cree que puede hacerl, entonces confiaré en ella. De todos modos, estaré a su lado.

—¿Ves, William? —dijo Adam—. Deberías aprender de él.

Reí ligeramente, pero me mantuve en silencio al igual que Cristal que no había dicho una sola palabra. Will, por otro lado, rodó ligeramente los ojos y no le hizo caso.

—Deberíamos irnos ahora —mencionó Dean.

—¿Cómo llegarán hasta allá? —pregunté.

—Tengo mis técnicas —respondió sonriendo de medio lado.

Dean y Jasmine se pusieron de pie, pero antes de poder dar un paso, Adam estaba frente a ellos. No se veía nada feliz, pero tampoco dijo nada amenazante, al menos para Jasmine.

—Por favor, ten cuidado, Jasmine —suplicó él—. No te lo pido solo como tu hermano, sino como compañero de la alianza también.

—Estaré bien —dijo ella acariciando la mano de su hermano—. Te lo prometo.

Se abrazaron por última vez y luego Jasmine se fue junto con Dean. Cristal nos comentó que debía trabajar y Adam quiso acompañarla para hacerle unas preguntas que realmente no entendí. Probablemente se trataba de Francis y su estadía con los Black.

—Debemos hablar —le dije a Will antes de que quisiera irse también.

Me miró confundido y luego se sentó junto a mi en el sofá, ya que anteriormente se había sentado con Adam.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —preguntó—. Cristal nos dijo que dormiste mucho.

—¿Dónde estabas anoche?

—¿En casa? —dijo confundido—. Después de lo que pasó con Dean, me fui a la cabaña.

—No —dije de inmediato—. Fuiste a mi habitación y...

—No, Camille. Fui a casa. ¿Segura que estás bien?

—Claro que estoy bien y recuerdo todo perfectamente. Estábamos en mi habitación, jugamos un poco, nos besamos y pasó lo que no debería pasar porque está prohibido. ¿No recuerdas nada?

—Cam —dijo frunciendo el ceño—, eso jamás pasó. Tal vez fue un sueño.

—Pero se sintió muy real.

—Sabes que aunque muriera de ganas, jamás podría hacer nada contigo. No arriesgaría mi vínculo con Adam de esa manera.

Esta vez fui yo la que frunció el ceño y negué con la cabeza. Nada tenía sentido porque sabía perfectamente que no había sido un sueño, pero a la misma vez no entendía por qué Will me mentiría de esa manera. Me sentía como una tonta también al pensar que él arriesgaría algo tan preciado por mí. Realmente me sentía tonta e ingenua.

—Esto es muy extraño —dije moviendo la pierna derecha de arriba hacia abajo.

—Necesitas calmarte un poco.

—¿Calmarme? —pregunté—. Estoy calmada. ¿Por qué no lo estaría?

—Porque tus manos dicen lo contrario.

Así era. Por entre mis dedos salía un pequeño destello de luz negra producto de mi magia como hechicera y eso solo pasaba cuando yo no estaba en control.

—¿Crees que estoy alucinando producto de mi magia?

Me puse de pie y sin pensarlo, caminé de un lado a otro, pensando en cómo podía hacer para calmarme. No podía; de hecho, cada vez sentía que el nerviosismo crecía en mi interior y quería explotar. Sabía que si explotaba, mi magia causaría algún daño y eso me aterraba.

—Lo necesito —dije de pronto.

—¿Qué cosa? ¿Qué necesitas? ¿A Daniel? —preguntó preocupado.

Negué con la cabeza y sentí mis ojos arder.

—Necesito a Blas.


***
Perdón por la decepción, amigos </3. Fue todo un sueño o quizás no. No lo sabemos.

¿Les gustó?

Los Caídos #6 - Ángel de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora