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Sintiendo su rostro colorearse de un carmín furioso, bajo la mirada. Cuántas noches había imaginado al castaño confesarle sus sentimientos para con él de esta manera. Cuántas fantasías, sueños, anhelos sobre este preciso momento. Esto, que Liam le diga que lo ama y que está enamorado de él era todo lo que siempre había querido.

Pero una parte de él, una pequeña parte quería que Liam sintiera y pasará lo mismo que el en el pasado. No sé la haría fácil, de eso estaba seguro. No podía poner todo su corazón en las manos del castaño nuevamente, al menos no en un corto lapso.

- No quiero presionarte con esto, Zee. - musitó al verlo callado. - solo quiero que sepas que estoy aquí por ti y no pienso irme a ningún lado está vez.

Sus ojos se humedecieron y volvió a reprocharse internamente la sensibilidad que lo controlaba la mayoría del tiempo. - Y-yo... Esto no es fácil para mí, Liam. - dijo limpiando sus mejillas. - se que gran parte de la culpa es mia por nunca haberte dicho nada pero-

- fue mí culpa al no haberme dado cuenta de lo que siempre fue obvio. - interrumpió tomando entre sus manos las suyas para luego besarlas. - tu amor hacia mí siempre fue más fuerte y expresivo de lo que en una amistad de simples mejores amigos debió haber sido. Fuiste más que transparente en ese aspecto y todo cuadró cuando me aleje de todo y cada recuerdo tuyo me golpeó.

Sorbió su nariz.
- s-siempre te he amado, Liam. - espetó. - he estado enamorado de ti desde que te vi la primera vez. Y a pesar de todo lo que pasó luego, lo he seguido haciendo. - agregó.

Los orbes mieles brillaron.
- ¿Aún me amas?

- aún lo hago. - respondió. Liam intentó acercarse a él nuevamente para besarlo, pero rápidamente lo detuvo colocando ambas manos en el fornido pecho. - pero no quiero volver a sufrir.

Inmediatamente negó.
- eso no volverá a ocurrir, nunca más, Zayn. - aclaró. - quiero hacer las cosas bien esta vez, de verdad que yo-

El timbre sonó interrumpiendo al castaño, los dos se miraron confundidos. - ¿Esperabas a alguien?

- No. - negó. - iré a ver de quién se trata.

- voy contigo.

Con Liam detrás suyo, se dirigieron hacia la puerta de entrada y abrió la misma un segundo después.

Se quedó inmóvil.

- Hola, Zayn. - dijo el chico en cuanto lo vió, sus manos en sus bolsillos. Observó al instante la otra figura detrás del moreno. - oh, perdón si he interrumpido. - dijo evadiendo las miradas. - puedo venir otro-

- No. Uh.. puedes, puedes pasar si quieres, es solo.. uh..- tartamudeó.

- no debes explicarme nada, Zayn. No hace falta.

- descuida, yo ya me iba. - habló el castaño, se felicitó por tener sus pertenencias en sus bolsillos. - te veo luego, Zee. - musitó dándole un beso en la mejilla. - adiós.

- en verdad lamento llegar en mal momento. - repitió.

- no interrumpiste nada, Sebastián. - mintió. - uh.. pasa, después de todo, está también es tu casa.

Se hizo a un lado dándole espacio al rubio para que hiciese lo pedido, aunque dudó termino obedeciendo.
Una vez que llegaron a la sala, se sentó en el que era su sofá favorito, a un lado de donde la chimenea estaba, mientras que el moreno se sentó en el frontal. - uhm ¿Te ofrezco algo de beber? ¿Quieres un café? ¿Té? ¿Jugo? ¿Agua?

- no te molestes. - hizo un gesto con la mano. - yo, uhm.. he venido porque quería hablar contigo, civilizadamente claro está. - el azabache asintió. - no hemos terminado en las condiciones que debieron ser y-

- lo siento, Seb. - interrumpió, debía sacarse aquel peso de sus hombros. - realmente lo siento, por todo. Todo el daño que te he hecho, el no haberte amado como tú merecías, tampoco el haberte valorado como debi hacerlo. - su labio inferior tembló. - y es que todo esto ha sido culpa mia, porque fui yo quien te buscó en primer lugar; te hice dejar toda tu vida en Manchester solo por venir conmigo. He sido muy egoísta estos últimos cuatro años y-

- no me obligaste a nada, Zayn. - dijo. - fui yo quien tomó cada decisión, no te culpes por algo que no te pertenece. - hacer esto estaba siendole más difícil de lo que imaginó. - siempre supe que amabas a Liam. Y aún así intenté ocupar su lugar, fui yo el que se equivocó. No tienes la culpa de nada.

- sabes que eso no es cierto, Seb. - chilló. - he sido una porquería contigo, como persona, como amigo y como novio.

- haz sido de las mejores cosas que me pasaron en la vida, Zaynie. - sonrió, él también intentando retener las lágrimas en su lugar. - pero nunca fuiste mío y está bien. Tu siempre perteneciste a alguien más y yo, yo solo te ayude dándote amor y cariño para hacerte aunque sea un poco feliz.

- era feliz contigo.

- tal vez, o solo fue que te acostumbraste a mí, a la rutina. - encogió sus hombros. - pasa en muchas parejas esto, no te mortifiques, no haz matado a nadie.

- pero, te lastimé a ti.

- no, me lastime yo mismo. - dijo. - Zayn, hoy he venido aquí para borrarte todos esos pensamientos estúpidos que seguramente habrás tenido. Y quiero que entiendas que si no funcionó lo nuestro, fue porque no estaba destinado a ser así. ¿Que es lo que siempre te he dicho? - se cruzó de brazos levantando una ceja.

Zayn le sonrió y sorbió su nariz. - lo que no fue no pudo ser. No es culpa de nadie. - respondió.

- exactamente eso. - devolvió la sonrisa. - fue lindo mientras duró. Pero hay que seguir adelante, es así de simple. - se levantó y de inmediato el moreno lo imitó. - fue un placer haber coincidido en esta vida con usted, señor Malik. - extendió su mano.

- puedo decir lo mismo, señor Vettel. - estrechó su mano con la contraria. - espero que encuentres a alguien merecedor de tu amor, Seb, lo digo con todo mí corazón.

- gracias, Zaynie. Te diría lo mismo, pero ya lo haz encontrado hace ya mucho. - dijo burlón.

- ¿Quieres quedarte con la casa? - dijo de repente.

El ceño del ojiazul se frunció.
- por supuesto que no, esta es tu casa, Zayn.

- pero también te pertenece a ti.

- uh.. no, no lo hace. - se giró para tomar su mochila y comenzar a buscar algo en ella. Una vez que encontró aquello, lo sacó y volvió a girar hacia el moreno, extendiendo unos papeles. - son las escrituras de la casa, todo está en tu nombre. - dijo. - le he pedido a mí abogado que te otorgará todo el poder a ti.

Zayn examinó soprendido los papeles legales que el alemán le había traído. - pero, Seb. Esto no era-

- voy a volver a Manchester, Zayn. - contó. - solo quería arreglar esto contigo antes de hacerlo.

- ¿T-te irás? - asintió. - ¿Cuando?

- mañana mismo. - respondió. - mí hermana se ha llevado todas mis cosas allá. Solo me quedé un tiempo en casa de alguien.

- No es que quiera ser entrometido o chismoso pero ¿Con quién te quedaste?

- uh.. con un amigo. - rascó su nuca. - te lo contaré en otro uh... Momento, si, otra vez será. - dijo tomando su mochila rápidamente y cerrandola para posteriormente colgarla en su hombro. - tal vez nos volvamos a ver, ten una buena vida, Zayn.

- gracias, Seb. Tu también. - recibió el abrazo que el chico le otorgó sintiendo una enorme oleada de alivio correr por su cuerpo. - te cuidas. - dijo una vez que estaban en la entrada.

- tu igual. - sonrió. - espero que todo salga bien con Liam.

El moreno sonrió algo apenado.
- gracias, espero lo mismo.

Y con una última sonrisa, el chico se fue.

can't stop falling in love. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora