En cuanto el contrario se fue, no pudo hacer más que caer de rodillas sobre el suelo y romper en un llanto que desgarró completamente su garganta.Había sido un completo idiota, Josh se había ido después de aquella "discusión" y no sabía si llamarlo sería la mejor opción, no quería molestarlo, pues él sabía que el castaño necesitaba su tiempo a solas para poder procesar todo aquello. Pero su corazón dolía, su pecho ardía desconsoladamente y es que él no quiso herirlo, no quiso que sus palabras sonarán tan dolorosas a como habían sido.
Él no supo expresarse correctamente, no supo explicarle de la buena manera sus razones. No quería lastimar a la única persona que había estado ahí para él, levantandolo, tomando su mano cuando él estaba cayendo.
"Sebastián, me gustas" las palabras del ojicafé se repetían una y otra vez en su mente haciéndolo sentirse peor que lo que ya lo hacia. Por supuesto el rubio sabía que los sentimientos por parte de Devine iban más allá de una simple amistad pero que fuese confirmado por el mismo después de aquellas estupideces que dijo, le hacían sentirse una completa basura.
No podía dejar así las cosas, no quería irse dejando las cosas mal entre Josh y él. Debía actuar.
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Sabiendo que no podría alejarse muchísimo más, después de que el semáforo le dió el pase para continuar, arrancó y un par de metros después se estacionó a un lado de una calle frente al parque tan conocido para él. Sacó su teléfono móvil y después de buscar desesperadamente un contacto específico, al encontrarlo, no dudó en marcar la opción llamar y esperar a que la persona del otro lado contestase.
— ¿Hola? — respondieron del otro lado de la línea.
— te necesito, ¿Podemos vernos?
— ¿Josh, que te ocurrió? ¿Estás bien?
— por favor, te necesito, de verdad.
— ¿En donde estas? Iré de inmediato.
— ¿Recuerdas el parque de las tres esquinas?
— quédate ahí, ahora te veo.
— apresurate, por favor.
Cortando la llamada, tiró el teléfono en algún lugar del auto y bajó, caminando algo mareado, pues su cabeza dolía por el repentino ataque de llanto y sentía sus ojos arder.
La tarde era calidad y el clima agradable, por lo que no se sorprendió al encontrar varias parejas caminando con sus manos enlazadas, familias divirtiéndose, niños jugando en los diversos juegos impuestos en el parque y algunos ancianos sentados alrededor de la hermosa fuente sobre el medio del parque.
Buscando una banqueta disponible y alejada del resto, comenzó a caminar hasta dar con lo requerido, se sentó en la banqueta y se recostó sobre el respaldar de la misma, pasando los dorsos de sus manos sobre sus ojos, alejando toda lágrima derramada.Bastaron sólo diez minutos desde la llamada hasta que la persona que necesitaba se presento aquella tarde. Vió al chico buscarlo con su mirada mientras caminaba y extendió una de sus manos para que fuese encontrado, los ojos ajenos lo observaron y rápidamente corrió hasta él. Se sentó a su lado y sin esperar alguna palabra de su parte lo abrazó fuertemente. Él no quiso, no debía pero no pudo evitarlo, soltó un sollozo ahogado al estar pegado al pecho contrario y rompió en llanto nuevamente. Las blanquecinas manos se pasearon por su espalda, dándole suaves caricias mientras palabras de consuelo se oían cerca de su oído. Se aferró con fuerza a los hombros contrarios, soltando todo el dolor que había intentado mantener en lo más profundo de su ser.
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can't stop falling in love. (ZIAM MAYNE)
Acak"¿Debería quedarme? ¿Sería un pecado si no puedo evitar enamorarme de ti? Como un río fluye con certeza hacia el mar, cariño, así vamos tú y yo, algunas cosas estaban destinadas ocurrir. Toma mi mano, toma también mi vida entera, porque no puedo...