EXTRA SOSH. (2)

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Nunca había sido alguien quién se pusiese nervioso cuando estaba con alguien quién, como él le llamaba, le movía el piso. Siempre se demostró que Devine era alguien que se mostraba indiferente al resto, serio, sin mostrar expresiones románticas, ni sentimentales, no era su estilo el desvivir por otra persona que no sea él mismo.

Cuando estaba en la locura de trio en la que se había metido con Niall y Shawn, el sabía que sería el único perdedor del juego. Pues se sabía que eso no duraría para siempre, no cuando su "contrincante" estaba sumamente enamorado del rubio  por lo que, cuando las cosas entre ellos empeoraron, decidió rendirse y hacerse a un lado.

El amor que había sentido por Horan pareció ser el verdadero, parecía que el bonito ojiazul sería el indicado para él, su único.

Pero ni siquiera cuando pensó estar enamorado de Niall sintió aquellas estúpidas y clichés mariposas en su estómago o los nervios abordar su ser como cuando vió por primera vez al alemán quien llegó a aquella reunión de la mano de uno de sus amigos. Sebastián Vettel era, para sus ojos, la persona más hermosa y maravillosa que podría existir en todo el planeta. El chico había ganado su corazón con tan solo haberle dicho un simple "Hola" seguido de una cálida sonrisa y ese apretón de manos que lo hizo estremecerse en los segundos de contacto entre su mano y la suya propia.

Esa había sido la razón y el motivo del cual tomó su decisión de dejar todo aquel estúpido juego de lado y quedarse solo.

Cuando tuvo aquella pelea con Shawn, fue Sebastián quien lo tranquilizó, quien lo consoló y por supuesto, quien brindó toda su amistad y un poco del cariño del cual el rubio extranjero era poseedor.

Aquella noche, Sebastián lo había escuchado atentamente, sin juzgarlo, solo conteniendolo y ese fue el Punto sin retorno para Josh. Porque fue aquella noche en donde aceptó el amor que sentía por el contrario.

Pero por supuesto, jamás había intentado nada más con el chico, ya que a leguas se notaba el extremo amor que sentía por Zayn.

Josh había sentido algo de rencor, o tal vez solo era envidia disfrazada hacia el moreno. Ya que este tenía todo lo que quería él y no podía obtener. Pues Zayn era el novio de Sebastián, aunque todo el mundo sabía que en cuanto Liam decidiera volver, Malik no podría ir en contra de sus propios sentimientos.

Sus dudas fueron aclaradas la noche en la que Payne volvió a sus vidas. Después de que Vettel se había marchado, fue él mismo quien encontró a los ex mejores amigos abrazados en el medio de la sala de sus otros amigos. Él no podría culparlos, no cuando sabía que el amor por parte del azabache, pero esa razón no le quitó el mal sabor en su boca al pensar en su lindo e inalcanzable alemán.

La cena de presentación de la pareja de Liam era ya a ciencia cierta que sería un desastre, él creyó firmemente que habría un cruce entre la pareja Vettel-Malik pero no creyó por ni un solo segundo, que aquella noche se daría la ruptura de su relación.

Cuando entro al bar a ahogarse en pena, como solía hacerlo de vez en cuando, jamás pensó que vería después de un corto tiempo ver entrar al ojiazul.

Vió a Sebastián sentarse con dificultad sobre una de las banquetas que yacian en la barra y se sorprendió al verlo pedir una botella entera, él nunca lo perdió de vista, quería ver hasta dónde llegaba y el porqué de su huida a aquel lugar. Tenía algo en mente pero no quería hacerse ilusiones.

Espero y esperó, hasta que se acercó a él, decidiendo que ya era suficiente.

Poniendose detrás de él, sintió su aroma y tuvo que parpadear para no embriagarse con él.

Cuando el chico se giró bruscamente, lo atrapó a tiempo antes de que este se cayera y por ende, se lastimase. Sus ojitos rojos, hinchados y tristes rompieron su corazón. No dudó ni un segundo en sacarlo del lugar, tomándolo de la cintura y ayudándolo con sumo cuidado a salir del bar.

Ahora, estaba tan estúpidamente nervioso que hasta él mismo se desconocía. Sus manos temblaron mientras llevaba la pequeña bandeja con ambas tazas hacia la sala a la espera de que el precioso alemán apareciera.

Lo tenía allí, en su propia casa y, aún no creía que esto se trataba más que un simple espejismo.

Se sentó en su sofá quitándose su chaqueta y quedando solo con su sueter después de haber prendido la calefacción.

Estaba viendo distraídamente su teléfono cuando un recién duchado Sebastián se apareció por el umbral, sus ojitos estaban hinchados aún, señal de que su llanto no había sido interrumpido ni siquiera estando bajo la ducha. No lo culpó.

— ¿Me tarde mucho? — preguntó con voz pequeña.

Sonrió y negó.
— no, para nada. — respondió. — siéntate, Seb. — invitó, el chico hizo lo pedido rápidamente.

— está calientito aquí. — musitó mostrando una sonrisa. — ¿Te molesta si me quito el suéter?

— por supuesto que no. Ponte lo más cómodo que quieras.

— gracias, Josh. — asintió y luego de que el chico hizo lo antes dicho, se dispusieron a tomar sus tazas y beber el contenido. — en verdad se que te he dicho esto ya varias veces. — dijo una vez que apoyó la misma sobre la mesita. — pero, realmente te agradezco lo que haz hecho por mí esta noche. — bajó su mirada. — no he podido dejar de pensar que es lo que hubiera pasado si tu-

— Seb. — interrumpió. — no debes agradecerme nada de esto, es insignificante. No he hecho nada que tú no hayas hecho por mí si estaba en tu lugar. Te lo debía ¿Recuerdas?

— no me debiste nada, nunca, Josh. — espetó. — lo que hice aquella noche fue porque lo necesitabas y no pensaba dejarte solo en esa situación, te considero uno de mis pocos amigos, solo tú y Harry me han hecho sentir querido en el grupo de... Bueno, Zayn. — tragó duro.

Vió la incomodidad amizclada con tristeza en aquellos ojos tan hermosos y profundos como el mismísimo océano y decidió hacerlo olvidar de todo por un rato.
— ¿Te gustaría ver la carrera de Portugal del 85? Oí que es la primer carrera que Senna ganó y fue extraordinaria.

La sonrisa iluminada y feliz que le regaló el rubio antes de asentir le hizo saber que había acertado.

can't stop falling in love. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora