can't stop falling in love. (ZIAM MAYNE)

40.

- hola cariño, ¿Cómo estás?

Zayn había despertado la mañana del segundo dia. Pero este aún no hablaba, no movía un solo músculo, solo estaba ahí, con su mirada perdida en algún rincón del techo.

Liam se había quedado toda la noche junto a él, sus amigos habían estado al pendiente, mientras el ojiazul se encargaba de mover cielo y tierra junto a Mendes, quien tenía el cargo de jefe de la policía, por lo que estaba moviendo todas las sucursales y todos los agentes de la ciudad, metropolitana, los jefes de Londres y de todas las ciudades cercanas, cada una buscando a la misma persona. La pedida de captura ya había sido solicitada y avisada a los colegas vecinos.

Los señores Malik quisieron acercarse y ver a su hijo, pero por pedido de Payne, la petición había sido negada y prohibida la entrada. Solo entraban los que eran permitidos por el castaño.

Shawn había mandado seguridad al piso en donde sus amigos se encontraban así que tenían la tranquilidad que habían deseado.

Ahora, se encontraba solo el ojimiel al lado del moreno, ya que Harry y Niall habían dejado el lugar hace solo minutos antes.

Liam se sentó a su lado en la camilla y acarició el rostro ajeno.
- ¿Nunca te he contado lo que hice apenas deje Bradford, verdad? - comenzó. - estaba tan jodido en ese momento, cuando estaba en el aeropuerto, tuve la tonta fantasía de que antes de cruzar esa tonta pasarela tu vendrías corriendo tras de mí, gritando mí nombre y pidiendo que me quedará. - rió negando mientras besaba la pequeña manita del de orbes ámbar. - obviamente eso no pasó, Louis supo cerrar la boca aquella vez. Luego de aquello, estuve deprimido por tres meses enteros, no salía de la cama ni siquiera para comer, debiste verme, Zee, era un completo desastre sin ti. - admitió. - estaba tan malditamente perdido, con mis sentimientos a flote, mí yo interno odiandome por la estupidez que había cometido, nunca debí-

Unos toques interrumpieron su relato, después de haber besado nuevamente el dorso contrario, se levantó y fue hasta la puerta para encontrarse con uno de los guardias, quien hizo un leve asentimiento con su cabeza antes de hablar:- señor, unos hombres han hecho la petición de verlo a usted y al señor Malik.

- nombres.

- Josh Devine y Sebastián Vettel. - informó sorprendiendolo de inmediato.

Sabía que estos dos no se encontraban en Bradford. Pero como bien era sabido, las malas noticias llegaban mucho más rápido que las buenas. Dando la aprobación del pase de su amigo y el otro muchacho esperó a ambos en el pasillo.

Solo bastaron minutos para que las figuras del castaño y el rubio aparecieran al abrirse el ascensor.

A toda prisa se acercaron a Payne, el primero le dió un confortable abrazo, mientras que el otro solo se quedó espectante. Una vez se hubieron separado, se enfrentaron después de tanto con el alemán, quien había sido pareja de su amado hasta hace poco tiempo.

- Liam. - musitó el ojiazul.

- Sebastián.

- ¿Cómo se encuentra zaynie? - preguntó esta vez Devine, tomando la mano de su pareja y clavando sus ojos marrones en los ajenos frente a él.

Suspiró antes de contestar.
- él está despierto ahora..., Pero no es el mismo, está como... No sé cómo explicarlo, solo... Entren, por favor.

Ambos hombres entraron después de Liam, quien se quedó apoyado en la puerta en cuanto cerró la misma. El rubio soltó el agarré de su mano con la del pelimarron y se acercó con cautela hacia la camilla donde estaba el azabache.

Lágrimas comenzaron a descender de sus ojos y es que a pesar de que su relación había acabado, y en buenas condiciones, no cambiaba el hecho de que el cariño había desaparecido. Vettel había visto a Malik en un estado parecido tiempo pasado, pero nunca creyó que esto pasaría otra vez.