EXTRA. SOSH (3)

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Ya había pasado más de una semana en la que prácticamente se había hospedado preventivamente en casa de Devine y el dolor por la ruptura de su relación con Zayn dolía cada vez un poquito menos.

Le había pedido a su hermana que sea ella quien retire sus pertenencias de su antigua casa, no podía ver a Zayn. Aun no se sentía preparado para ello.

Pero tenía en su mente la decisión de terminar las cosas con el moreno de la mejor manera posible. Él más que nadie sabía que guardar rencor no era algo que estaba a discusión. Él quería a Malik y lo amó como jamás había amado a alguien. Por esa razón, antes de partir hacia Manchester otra vez, quería cerrar aquel vínculo con su ex pareja como debía ser. Cómo era correcto.

Josh estaba en el trabajo y antes de avisar a su hermana que podía visitarlo pidió permiso al castaño, cosa que el otro accedió, alegando que él no debía si quiera preguntarlo.

Por ello, ahora estaba recibiendo a su hermana gemela dentro de la casa de Josh.

— ¿Cómo fue? — preguntó una vez que ambos se encontraban sentados en la isla y Sebastián se encargaba de hacer la cena.

— Zayn se veía muy afligido cuando todas tus cosas fueron puestas en el camión de mudanza. — dijo la rubia haciendo una mueca. — obviamente la ruptura les está afectando a los dos, pero es un proceso típico, al estar ambos acostumbrados a una rutina que compartían, es difícil y doloroso de superar, aunque claro, no imposible y no van a morirse por eso. Te he visto en peores condiciones, Seb, esto no se compara a nada que no hayas vivido en el pasado. — le sonrió. — superarás esto, ambos lo harán. Como tú bien sabes, lo que no fue-

— no pudo ser, no es culpa de nadie. — terminó por ella.— dolió aquel día, como los mil infiernos, pero me siento mejor día a día, Josh me ha ayudado mucho con ello.

— hablas mucho de ese tal Josh. — objetó con un tono burlón. — ¿Mí hermanito está empezando otra relación?

Las mejillas de Vettel se encendieron y no pudo evitar reír.
— ¡Hannah! ¡No digas esas cosas!

— oh, pero si en cada llamada decías: "Josh hizo esto, Josh hizo lo otro, a Josh le gusta la fórmula uno igual que a mí, Josh sabe cocinar muy bien, Josh ronca cuando duerme pero es tierno, Josh me ha abrazado como tres veces en una hora, blah, blah, blah" — se burló la ojiazul riendo luego.

— yo no sueno así. — se defendió.

— aaah pero no lo negaste, Seb. — musitó.

— cállate.

— por cierto, ¿Que estás cocinando?

— a Josh le gusta el pollo marinado y las papas españolas así que-

— ¿Así? ¿Por qué no me das todo el historial de Josh también?

— agh, mejor cállate. — le tiró el repasador mientras evitaba la mirada de su hermana ya que el sonrojo en su cara le hacía arder hasta las orejas.

(...)

Se encontraba junto a Hannah, quien le contaba sobre un tal Jacob y que estaría intentando una relación seria con él cuando escucharon el sonido de la puerta de entrada abrirse y cerrarse y segundos después, un Josh un tanto cansado entró a la sala, en cuanto el castaño conecto sus ojos marrones con los suyos le sonrió agradablemente, haciendolo estremecerse al instante, había notado que los ojos de Josh le gustaban y muchísimo. Ya que estos, de día eran de un color café, pero al anochecer estos se notaban de un color casi llegado al negro y brillantes, el negro era su color favorito.

— hola, Josh. — saludó levantándose y acercándose para besar su mejilla, la mano colocada en su cintura por inercia lo hizo temblar.

— hola, Seb. — musitó con suavidad el contrario.

can't stop falling in love. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora