Noviembre

Capítulo 14 - Parafernalia

Soy consciente que hasta el punto donde me encuentro el día de hoy no he considerado lo que siento realmente, me he limitado a reaccionar y actuar solo a lo que me sucede, es verdad que estoy rodeado últimamente de tantas situaciones fuera de lugar, pero lo más extraño está resultando el ignorar mi postura frente a todo. Para ser franco, siento mucha atracción por el halo de misterio alrededor de Ínoli a pesar de los sueños o la paranoia que puedo llegar a experimentar, incluso el miedo profuso que se activa al verle, aquí es donde pierdo la batalla, sus ojos son además como un hueco interminable donde pareciera no aguardarme nada, es como si describiera a una hermosa muñeca de porcelana.

Desde que acepté descifrar éste crucigrama me había faltado encontrar una palabra clave que no me dejaba avanzar, ese era mi nombre, es decir, si realmente había por lo menos algún rastro de mí en ella, poco parecía tener sentido o eso es lo que creía hasta que abrí la nota.

"Logras confundirme con tú mirada, haces que mis palabras se quiebran frente a ti, invades mis sueños sin permiso y a la vez velas por ellos, le has dado un sentido diferente al tiempo insípido en esta ciudad. Gracias Eriol"

Si bien no sabía como tomarlo del todo, comprendía que, después de haber transitado el tallo cuidadosamente protegido de espinas, podía acariciar un poco el primer pétalo de la flor más extraña que he conocido. A partir de aquí soy consciente que deleitarme por aquella fragancia única que desprende puede ser adictivamente letal.

...

La mañana es fría, el cielo está muy cerrado y parece que arremete con dejar caer una gran llovizna sobre la ciudad, voy sentado en el autobús con los audífonos puestos y dejando que la música haga lo suyo creando situaciones que jamás viviré. Mi hermano no pudo llevarme hoy porque necesitaba irse más temprano de lo normal, le dije que no había problema, yo podía irme solo. Todavía queda trayecto por caminar después de que bajo en la parada, trato de caminar lentamente para mirar todo a mi alrededor, desde los carros parándose al ver la luz roja del semáforo hasta las aves volar en el cielo, esperando poder cruzar del otro lado de la calle llamó mi atención un local que estaban armando del otro lado, al cruzar me detuve a observar y aun no tenía ni siquiera un nombre sin embargo era fácil deducir que se trataba de una joyería ya que los vidrios que daban a la calle tenían repisas con algunas piezas llamativas, miré mi reloj y noté que se me hacía tarde para llegar a la escuela así que seguí mi camino.

Las horas de clases transcurren unas tras otras mientras yo sigo atascado en el mismo sitio, me siento inquieto y a la vez distraído, nada logra captar mi atención, es como estar mirando el cielo de noche, aquella sensación de que hay algo más que solo estrellas, es inútil contener lo que siento, desde ayer ha sido así. Pensé que terminaría muriendo de aburrimiento, pero la clase de literatura me abrió un poco los ojos, bueno, en parte tenía que estar atento porque estábamos leyendo al azar y si tocaba mi turno la maestra no se tocaría el corazón en reprenderme y bajarme puntos, afortunadamente la maestra dijo mi nombre en un momento de lucidez mío.

-Eriol como te veo tan interesado en la lectura, ¿Por qué no nos deleitas leyendo lo que sea que hayas traído escrito? – pudo haberse ahorrado el sarcasmo.

- ¿Solo un párrafo?

-Así es, solo uno, tienes que dejarle algo a tus compañeros... – todos comenzaron a sonreírse y otros soltaron una leve carcajada – atención por favor.

-Bien... - comencé a leer.

"Es que todo es muy raro, en cuanto te fijas un poco. Lo raro es vivir. Que estemos aquí sentados y se nos escuche, poner una frase detrás de otra sin mirar ningún libro, que no nos duela nada, que lo que bebemos entre por el camino correcto y sepa cuando tiene que torcer, que nos alimente el aire y a otros ya no, que según el antojo de las vísceras nos den ganas de hacer una cosa o la contraria y que de esas ganas dependa a lo mejor el destino, es mucho a la vez, pero lo más raro es que lo encontremos normal".