Después de una siesta de 2 horas aproximadamente me levanté y fui a comer lo que mi mamá había preparado, aquello era una especie de pechuga empanizada. Tengo que admitir que estuvo delicioso, pero tenía que ir a arreglarme para salir, ya para todo esto eran alrededor de las 5 de la tarde. Mis hermanos esperaban abajo en la sala, mi papá estaba con ellos.
- ¿Ya estás listo o todavía? - preguntó Ian de manera aburrida sentado en el sofá y girando las llaves.
-Sí, lo siento si les hice esperar -Emily estaba a su lado mirando su pequeño espejo con forma de gato, dando los últimos toques de maquillaje a sus parpados.
Papá sacó las llaves del coche y me las dio, es el que nos compró a los tres y la manzana de la discordia de nosotros, en ocasiones.
-Tengan mucho cuidado, respeten las señales y cuiden a su hermana, no lleguen tarde - las recomendaciones que nos hace siempre.
Al salir de la casa Ian me quitó las llaves.
-Ya sabes que yo conduzco - me dio dos palmaditas en el hombro izquierdo de manera sarcástica.
-Pero yo lo traigo de regreso - casi siempre es así.
-Hoy están de suerte pues no tengo ganas de manejar - los tres entramos al coche.
-Emily, queremos llegar completos a la casa - Ian le gusta ser sarcástico cada que puede.
-Ay que chistoso, pero lo mejor de esto es que tengo chofer - Emily sonrió.
- ¿Y... exactamente a dónde vamos? - no sabía aun, pero creo que me lo podía imaginar.
-Al centro comercial, necesito comprar cosas para un trabajo de la escuela y veré unos zapatos - esto último no nos agradó para nada.
El primer lugar que visitamos después de llegar al centro comercial fue la papelería, Emily compró algunas cartulinas y papeles de color, no había mucha gente así que eso fue rápido. Ir a comprar los zapatos es el verdadero detalle pues a mi hermana le gusta probarse toda la tienda. Ian y yo esperábamos sentados fuera del establecimiento, me encontraba aburrido y se me antojó un helado.
- ¿Quieres algo?
- ¿Vas a invitarme?
- ¿Voy a conducir de regreso? - tenía que asegurarme de que lo haría.
- ¿Que tanto dinero tienes? - hizo un gesto con su mano derecha, moviendo los dedos.
- ¿Porqué te cuesta tanto soltar el volante? - seguí intentando.
- ¿Y tu porque te empeñas tanto en tenerlo? - es normal tener esas luchas a muerte por conducir, en las que claro, casi siempre pierdo.
-Al rato regreso - convencido de que no era mi día, me di la vuelta y fui por mi helado.
Caminé lo más tranquilo posible a través de todo el centro comercial, tal vez encontraba a alguien conocido. Compré un helado de vainilla y me senté en unas bancas que hay cerca, solo habían transcurridos unos 10 minutos y Emily por lo general tarda media hora, es lo que más que soportamos cuando salimos con ella.
Cuando terminé de comer fui a una tienda de Videojuegos, quería ver si encontraba alguno de promoción, actualmente comprar un solo juego ya es un lujo. A punto de llegar a la tienda me llegó un mensaje de Emily, había terminado de comprar y me esperaban a la salida así que no me quedó de otra que darme la vuelta e ir para encontrarme con ellos, pero al darla rápidamente tropecé con una chica, quien dejó caer un refresco y una revista.
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Noviembre
Genç KurguLa vida de Eriol comienza a torcerse cuando Ínoli llega a ella, acompañada de extraños flashbacks, enigmáticos sueños y déjà vus que abrirán el telón a un cruel laberinto del cual la salida tal vez solo lleve al inicio de todo...