Capítulo 6 - Sensaciones

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Hoy es un día de esos muy tranquilo, donde parece que todo es lo mismo y que no habrá nada interesante que hacer, miro por la ventana del auto camino a la escuela al sol aún muy tímido de salir, aunque debo admitir que es un lindo y rojo amanecer. Es a veces muy curioso ver a las personas caminar ya que todos parecen ser un pequeño mundo dentro de otro, cada quien tiene su propia vida llena de alegrías y tristezas, lo cual también me incluye a mí.

-Gracias por traerme, nos vemos luego.

-Nunca te rindas – es la manera de decir adiós de mi hermano.

-Cuídate niño – no me gusta que Emily me llame así, pero me he hecho a la idea de que nunca cambiara eso.

-Vale, chao – los dos se alejaron en el auto camino a la Universidad.

Caminando por los pasillos de la escuela me encontré con Ana e Iván y juntos llegamos hasta el salón.

- ¿Hiciste la tarea? – Iván sacó su libro de matemáticas.

- ¿Sabes algo? a veces siento que solo me explotas – lo miré con los ojos entreabiertos.

- ¿Explotarte? para nada, solo me cercioro todos los días de que hagas muy bien tu tarea y para ello necesito revisarla.

- ¡Ah!, ok, en ese caso, hoy no lo necesito.

-Vamos, no seas modesto Eriol.

-Jejeje, toma antes de que me arrepienta.

- ¡En verdad te aprecio mucho!

-Me impresiona verte hacer tarea de hace 3 días.

-Es difícil tener una vida social.

-Todo es posible si te lo propones.

-Exacto, es por ello que me propongo a hacerla en este momento.

-De verdad que no tienes remedio.

Tras haber terminado la clase de Matemáticas y Literatura me di cuenta de que se me había olvidado ponerles color a unos dibujos que tenía que entregar para la clase de Biología, no soy nada bueno dibujando por cierto, sin embargo hoy parecía ser un día con suerte ya que la maestra, para mi fortuna, no asistió a clase por lo que tranquilamente le pedí el favor a Ana que me prestara sus dibujos para terminar los míos, mientras lo hacía escuchaba música de mi reproductor para no aburrirme demasiado.

-Es interesante que se te olvide hacer una tarea – apague mi reproductor para poder escucharla mejor.

-Supongo que sí, pero nadie es perfecto, ayer por la noche estudié como loco para la exposición de hoy y no me acordé que aún tenía que terminar esto.

-Es verdad, yo también estudié bastante, pero... ¿no será que te olvidaste de hacer tu tarea por estar pensando en Rosemary?

-Buen intento, pero no – sonreí - lo que sí es verdad es que nos hemos frecuentado.

-Me alegro mucho por ti, pero dime, como es ella?

-Es muy agradable, amable, divertida e incluso cocinera – me hice el desentendido al mencionar lo último.

- ¿Enserio?, jeje cuéntame un poco más sobre eso – apoyó el codo izquierdo sobre la mesa recostando su rostro sobre su mano, parecía que esperaba que le contara todo un cuento.

-Sucede que el día que quedamos de vernos a la salida para caminar terminó en una comida hecha por ella – pintaba mientras platicaba con Ana.

- ¿Y no te has puesto a pensar si ella es la que te deja las notas en tu lugar? – aquello detuvo el movimiento de mi mano.

-No lo creo – seguí aplicando color - de hecho, encontré otra nota, es otra persona totalmente distinta la que se expresa en esos papeles, no sé como explicarlo, simplemente lo sé, es decir, ni siquiera nos hemos tratado tanto como para que ella me diga tales cosas, es muy linda conmigo, pero sabe medir sus palabras.

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