Noviembre

Capítulo 15 - Ironía

Rosemary no mentía en verdad con la distancia y el tiempo de su casa al lugar donde sería la final, el tráfico no estaba ayudando en nada, mientras tanto ella estaba intercambiando mensajes con Katerina quien ya se encontraba ahí y nos estaba esperando. Una vez que llegamos y logré estacionar el auto tomé la mano de Rose inconscientemente y caminamos rápidamente hacia la entrada del estadio, cuando pude darme cuenta estábamos ya corriendo hasta que nos detuvimos frente a la vista del campo viendo las gradas llenas de personas gritando y ovacionando a su equipo favorito, pero en un momento completamente alterno a toda esa conmoción volteé la mirada y ella tenía puestos sus ojos en mí, me sonrió y me fue imposible no hacer lo mismo, aquello no era para nada forzado, me alegraba poder estar allí regresando un poco de lo mucho que le debía.

— ­­­­­­ ¡Oh por Dios! Díganme que puedo ser la madrina del niño que seguramente ya viene en camino — Katerina tenía las manos en sus mejillas fingiendo estar sorprendida mirando las nuestras unidas con la boca abierta.

— ¿Podrías dejar el drama un momento? — Ahora me veía a mí, bajando sus ojos y mirándome de nuevo, un par de veces hasta que capté y solté su mano.

— De todas formas dudo mucho que se parezca a mí — sonreí.

— ¿Pero quién te has creído que...? — había logrado sacar a desfilar su indignación.

— Bueno ya, es suficiente... — Katerina interrumpió llevando su mano izquierda a su cintura — luego podemos discutir quien se queda con la custodia, debemos encontrar lugares ahora — señaló de espaldas a la cancha con su pulgar derecho.

— Parece que todo está lleno.

— Iván lo ha solucionado Rose, si el chico travieso quiere acompañarte, vengan conmigo.

— No sé de quien hablas... — giró sus ojos ignorándome cruzando sus brazos — pero yo te sigo — se acercó hasta la chica morena y la tomó por el brazo dejándome atrás.

Las dos parecían tener una gran conversación, entre el bullicio de todos no podía entender nada, solo me limitaba a sonreír porque tenía muy bien ganado el que Rose me ignorara. Casi quedamos a la mitad del campo de juego, un poco hacia la izquierda, pero aun podíamos ver con claridad todo lo que ocurría. Desde nuestros lugares veíamos el equipo de Iván en la banca, era normal que varios de ellos se notaran nerviosos y ansiosos, él era uno, aquello significaba que no estaría entre el once inicial. El reloj del tablero indicaba la mitad del primer tiempo, se veía muy cerrado el partido, aunque para ser honestos el equipo contrario parecía mucho más peligroso. El silbato del árbitro indicó el descanso, no se veía nada alentador el panorama, el marcador era 2-0 en favor del equipo rival, todos incluyendo a Iván se mostraban bastante preocupados. Debido a que hay 15 minutos antes de la segunda parte nos paramos de nuestros asientos un rato y fuimos a comprar algo.

— ¿Crees que exista la posibilidad de que la situación cambie?

— ¿Te refieres al partido? — miraba a Rose mientras tecleaba el código de un refresco de lata.

— Habla del cambio climático... — Katerina interrumpió mientras comía una papita frita y poniendo los ojos en blanco — claro que del partido chico, pero mira que mi amiga te tiene todo tonto — me estiró su plato para ofrecerme.

— Gracias... — lancé una sonrisa y tono fingido al tomar una papita frita — Pues a decir verdad ese marcador puede ser engañoso, parece que ya está todo perdido, pero si logran anotar un gol antes de que ellos anoten el tercero podría haber esperanza.

— ¿Así de fácil? — Rosemary fruncía el ceño algo confundida.

— Generalmente cuando ya la diferencia es solo un gol puede provocar nervios en el equipo rival, entonces la motivación del equipo que va perdiendo crece y con ello el deseo de anotar, es una final, la mentalidad juega un papel importante, ¿entienden?