Capítulo 16 - Luna

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Sé que debería sentir algo completamente diferente y no es el hecho de que sus labios se sientan como nieve puesta sobre los míos, es la sensación inequívoca de que algo no está bien, dentro de mí emerge un sentimiento de rechazo tan natural como la luz tenue que cae sobre nosotros en una cálida noche. No hay movimiento de ningún tipo en alguno de nosotros, es un momento donde el tiempo escondió nuestras vidas al olvidar como respirar, nuestro beso ha sido solo silencio.

—Lo lamento tanto... fue impulsivo y estúpido Eriol — se puso de pie y dio un paso, pero tomé uno de sus brazos.

— Si no puedes ser honesta conmigo, al menos sé honesta contigo al respecto – agachó la mirada y me levanté.

— Yo siento temor Eriol... porque no sé lo que sientes...

— Dime entonces lo que sientes tú — ella se giró con el rostro apagado.

— Lamentablemente tampoco puedo explicarlo con palabras...

— Entonces aquel beso solo fue estúpido.

— Estás muy equivocado si piensas eso — su voz se cortaba.

— Mi mundo se encuentra de cabeza y piensas marcharte, ¿Cómo crees que debería interpretar las cosas?

— Yo...

— Me has dado una nota también y tampoco sé como tomarlo, no entiendo que ocurre contigo y más aún... conmigo.

— ¿Entonces ha sido un error? — al tiempo que su mirada parecía cristalizarse algo me partía por dentro al dispararse la escena sobre la rueda de la fortuna debido a esa palabra.

— No quiero responder a eso porque no estoy seguro y no quiero arrepentirme después.

— Eres el invasor de sueños Eriol...

— Invades mis sueños sin permiso y a la vez velas por ellos... — recordaba en voz alta ese fragmento de la nota.

— Tiempo después de saber que nos mudaríamos a ésta ciudad comencé a ver a alguien en sueños, siempre usando una chamarra y logrando ver solo la mitad inferior del rostro, entonces llego a la escuela... te encuentro ese día e inmediatamente algo hizo un simple clic, sabía que al fin había encontrado la otra mitad... ¿Cómo crees que debería interpretar eso?

El viento alrededor de nosotros en ese instante me acosaba, todo lo que pensaba decir se lo había llevado en un sepulcral y casi inaudible silbido, lo extraño ha cobrado un nivel inquietante en mi escala existente.

— Al principio traté de simplemente ignorarlo... — continuó — pero al estar cerca de tuyo no podía evadir la sensación de querer saber más.

— Y ahora que has estado tan cerca... ¿Prefieres mantener la distancia?

— En tanto sea correspondida, acortaría la distancia cuantas veces me permitieras hacerlo.

— Ya lo has hecho sin siquiera preguntar... — mi rostro había aligerado la presión.

— Y no me arrepiento, pero... — las yemas de su mano derecha se encontraron con el centro de mi pecho — aquí sé que todo es distinto — no parpadeaba al verme.

— Hay tantas emociones en éste momento, colisionan unas con otras... y al final lo complejo termina por rebasarme a tal punto que logro perderme.

— En algún punto quizás podremos encontrarnos — retiró su mano desviando la mirada.

Distrajo mi atención al ver que miraba al cielo nocturno y tiernamente iluminado, por un momento hice lo mismo, entonces la observé de nuevo mientras seguía distraída, en un corto periodo de tiempo habíamos dicho más que cualquier otra ocasión anterior, estamos de frente donde lo inusual nos hipnotiza y la razón nos separa, tengo tanto que decir sin saber en que punto iniciar.

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