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11. Ángel Sanador

Markle y Pérez terminaban de degustar un helado tranquilamente.

Habían pedido un día de descanso de labores, y, debido a la baja demanda de deberes, este les fue concedido. Ahora estaban en el parque de diversiones. Horacio lo había propuesto bajo la excusa de que sería un premio por las buenas calificaciones de JC, pues él los acompañaba. Lo que realmente quería era amistar más con el niño para que le tuviese confianza al igual que pasar un rato agradable con la Doctora.

Él seguía siendo tímido, como siempre, pero gracias a su convicción y a las terapias, había ganado algo de confianza en sí mismo en el aspecto romántico, además de que poco a poco aprendía a no depender de los demás, cosa que lo alegraba bastante, pues solo así pudo superar a Volkov. Había ganado una percepción del amor muy distinta. Podía decirse que seguía amando al Comisario ruso como amaba a cualquiera de sus cercanos, más no iría tras él. Ya no.

De momento, el pelirrojo y la morena eran como dos muy buenos amigos, o su relación hacía pensar tal cosa, pues entre ambos ya existía confianza a pesar de llevar poco más de un par de meses saliendo. Amistar con Jacob no era sencillo, pero había sido más complicado en un inicio, era normal que el pequeño sintiese celos de su madre al verla con aquél extraño; ese hombre de cresta peculiar que se veía muy interesado y amable con su progenitora.

━JC.

La morena llamó a su hijo para entregarle un helado de menta con chispas de chocolate, su favorito, mismo que Horacio le había comprado.

El pequeño salía de una atracción para luego acercarse a ambos adultos y descansar un poco mientras disfrutaban del postre.

━Quiero subirme a la montaña rusa con David ━pidió el pequeño mientras buscaba a su amiguito con la mirada.

━Está bien, pero aguarda un poco ━la morena se puso de cuclillas y limpió una mancha de helado en la mejilla de su hijo con el pulgar━. Acabas de comer algo y no quiero que te haga daño al subir.

El pequeño hizo un puchero, pero finalmente aceptó. Ambos adultos hicieron fila junto a los dos niños para esperar su turno en una pequeña montaña rusa apta para los infantes. Markle tuvo que separarse un poco, pues el pequeño David tenía ganas de ir a orinar, así que se encargó de llevarlo.

━¿Te estás divirtiendo, Jacob? ━Preguntó Horacio, sorprendido de haber podido controlar su timidez.

El pequeño lo miró y simplemente asintió. El pelirrojo le caía bien, pero no quería dejárselas tan fácil para acercarse a su madre. Pérez le sonrió mientras acariciaba su cabecita con abundantes rizos negros.

━Me alegra saberlo ━continuó━. Le dije a tu mami que me avisara cada que sacaras buenas calificaciones para traerte aquí, así que sigue así.

A pesar de que no era necesario, Horacio intentaba aprender regionalismos de República Dominicana y hablar en un acento más neutro y latino para ser aceptado por el pequeño, que JC se sintiera más cómodo y no al lado de un extranjero extraño. Realmente quería llevarse bien con él, que lo aceptara como un amigo.

Jacob asintió. No sería difícil para él mantener sus calificaciones, pues era el mejor de su clase. Eso significaba visitas frecuentes al parque aseguradas y tal pensamiento lo hizo sonreír.

Una familia pasó frente a ellos y estos llevaban consigo a un grupo de cuatro perritos de distintas razas y tamaños de paseo, todos con sus correas. Pasaron tan cerca que uno se aproximó a olfatear a Jacob y este se inclinó a acariciarlo con una sonrisa enorme para luego dejarlo ir. El Inspector no dejó pasar ese detalle, así que lo miró.