3. Mente en negro

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Gustabo estaba algo distante ese día.



Había tenido un mal sueño, una pesadilla. Se había sentido tan real. No la recordaba bien ahora que estaba lúcido y eso lo agradecía, pues lo había perturbado tanto que hasta había despertado a Horacio, quien dormía en la habitación contigua. Lo único que le quedaba presente era que ese sueño había tenido que ver con Pogo. Había sido tan sombrío y escalofriante. Tan sangriento... Venían a su mente flashbacks que intentaba evitar.



Horacio arribaba la oficina con tres cajas de donas y dos cafés calientes. Las dejó sobre el escritorio y lo primero que hizo fue ofrecerle un café bien cargado a su amigo, pues sabía lo mal que había pasado la madrugada y era menester que se mantuviese despierto ahora, pues más tarde se encontrarían con Emilio.



━Anda, tómatelo ━lo animó y rápidamente abrió una de las cajas de donas━. ¡Mira! Te traje las rellenas de nata dulce que tanto te gustan.



Una pequeña sonrisa ladina se dibujó en el rostro del rubio ante el bonito gesto de su amigo, así que no se negó a probar el café y acompañarlo con un bocadillo.



━¿Sabes? ━Habló Horacio de pie frente a él━ Aún no me acostumbro a usar traje formal. Siento que nos vemos muy "diplomáticos". Educados y profesionales.



El ojiazul soltó una risita.



━¿Quién lo diría? Un par de pobres diablos sirviendo en las grandes ligas de día y a la escoria humana de noche ━miró al de la cresta━. El gris te sienta muy bien en ese traje.



━A ti también te sienta el negro ━le devolvió el cumplido y se llevó una dona azucarada a la boca.



En eso, a las afueras de la oficina se escuchó el eco de unos tacones, mismos que llamaron la atención del pelirrojo. Se trataba de la psicóloga, quien caminaba hasta el final del pasillo, justo al lado del cubículo de ellos.



Rápidamente, Horacio dejó la dona sobre la mesa, chupando sus dedos para retirarse el azúcar glass, pero dejando una poca en sus labios y mejilla sin darse cuenta, corriendo hacia afuera. Gustabo pudo apreciar cómo su amigo le abría la puerta de la oficina, pues ella llevaba las manos ocupadas con folders y un maletín. La morena le sonrió en respuesta y el rubio casi suelta la carcajada cuando vio la pose encorvada y tímida de su amigo mientras se rascaba la nuca, escondiéndose las manos sudorosas en los bolsillos después.



Entablaron una corta conversación que el ojiazul no pudo percibir. Aún así, se puso de pie, abandonando su asiento para ponerse frente al escritorio y recargar su peso en este mientras se cruzaba de brazos, a la espera de su amigo, quien ingresó a la oficina unos segundos después.



━¿Qué te dijo? ━Preguntó, alzando una ceja y evitando reír.



━No, nada en especial ━dijo Horacio con una sonrisa tímida que no pudo ocultar.



━Venga ━le dio un codazo amistoso, animándolo a hablar━. ¿Qué se dijeron?



Horacio rió y finalmente cedió mientras se pasaba una mano por la nuca.



━Simplemente me agradeció los donuts de ayer. Dijo que a su hijo le habían encantado.



Gustabo negó con la cabeza mientras se reprimía por hacerle la burla a su amigo, pues sabía que lo pondría nervioso.



━Conque te gusta la Psicóloga, ¿eh?



━¡Hombre...! Es muy linda y pequeñita. Achuchable. Dan ganas de protegerla a pesar de no conocer su carácter, que por lo que veo es casi como el de Conway.



Discordia | SpainRP Fanfic | PogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora