Discordia | SpainRP Fanfic | Pogo

14. Tuya, tuyo

❤️🔴 ADVERTENCIA 🔴❤️

[Este capítulo tendrá contenido sexual/erótico a partir de esta marca "🔴"

No es relevante para la trama, puedes omitirlo si no es de tu agrado o si eres menor de edad. Se avisará dónde comienza y dónde termina dicho contenido para que puedas seguir leyendo sin problema].

Horacio descansaba de La Mafia.

Relevar a Gustabo, a Pogo mejor dicho, había sido un trabajo pesado. El pelirosa estaba confundido. No sabía hasta qué punto Gustabo era consciente de lo que sucedía en The Union. ¿Todo era plan suyo o realmente el payaso era quien estaba detrás? Tendría que averiguarlo y notificar a Conway cuanto antes.

━Perdón, ¿demoré bastante? Había una fila larga en el tocador.

A la mesa llegaba a sentarse Sandra.

Estaban teniendo una cita, una un tanto más formal, pues habían ido a cenar a un restaurante de lujo. Pérez presumía un vistoso traje negro con detalles en magenta, mismo que iba a juego con su nuevo look, su característico mohicano. Sandra por su parte lucía un lindo vestido de seda blanco con pequeños detalles y joyas en dorado, manga larga y un discreto escote en V.

━No, no, descuida. Justo acaban de dejarnos las bebidas.

Charlaron un rato sobre sus intereses en común y el joven Pérez no podía evitar de vez en cuando quedársele viendo embobado a Sandy. Ambos habían optado por formalizar más la relación, pues Horacio le pidió que fuese su novia y ella encantada dijo que sí. Ese era el motivo de su cita.

━Tierra llamando a Horacio. ¿Me escuchas? ━Sonrió la Psicóloga━ ¿Qué sucede?

Él suspiró mientras sostenía su propio rostro en la palma de su mano, mirándola embobado.

━Nada, nada. Es solo que estoy muy feliz de que me hayas dado el sí.

Sandra ocultó una tímida risita entre sus dedos.

━Lo hiciste sonar como si te diera el sí a una pedida de mano.

━¿Cómo? ¿No habías dicho que sí y aceptado ser mi esposa?

Bromeó el del mohicano, provocando risas en su pareja, y el verla sonreír a causa suya lo hacía inmensamente feliz.

Cenaron y siguieron compartiendo sus planes y vivencias. Horacio incluso le propuso un viaje a alguna de las playas de República Dominicana en cuanto tuviesen la oportunidad y la mujer aceptó. Unas lindas vacaciones de ensueño no le vendrían mal a nadie.

El constante vibrar en el celular del hombre lo orilló a responder sus mensajes, poniéndolo de mala ostia.

━¿Pasa algo, Horacio? ¿Está todo bien?

Preguntó una preocupada Sandra.

━Ah, sí, sí. Es solo que Gustab... Pog..., no sé. No sé quien de los dos sea, pero me estaba dando una tarea.

━Oh. ¿Tienes que irte entonces? Yo lo entiendo perfectamente...

━¡No, no! Descuida. Ya lo mandé a tomar por saco y le dije que esta noche tenía planes. Pero ya, no hablemos de él. Esta noche es para nosotros dos.