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19. Coladera humana

💖Capítulo dedicado a:
Nicole-Kiryu💖

[🔴Este capítulo contiene escenas gore semi explícitas. Inician donde señala la marca🔴].

Era otro día en el CNI.

Markle llegaba enfundada en un traje enterizo color negro de batalla al que cariñosamente apodaba Black Widow por su similitud con el traje de la antiheroína. Había acompañado al Sargento y al Comisario a un operativo y por suerte habían salido sin un rasguño, no como sus enemigos, quienes terminaron heridos y en perpetua.

Se soltaba la larga melena ondulada, pues por el operativo se había peinado con una coleta súper ajustada, masajeándose ahora el cuero cabelludo con las yemas de los dedos.

Se quitó una mascarilla negra del rostro y pasó a su cubículo por las llaves de su locker. Una vez las obtuvo caminó hacia la puerta, pero luego de un par de segundos regresó sobre sus pasos, prestando especial atención a un objeto que descansaba sobre su escritorio. Arrugó las cejas al toparse con una cajita roja que ella jamás había puesto ahí.

Una sonrisa enamorada se dibujó gradualmente en su rostro. Parecía ser uno de los pequeños detalles que le dejaba su amado de manera ocasional y que a ella le encantaban, así que sin más dilación, impacientemente, la abrió, topándose con una nota rosa que leyó.

"La olvidaste hace unos meses en mi casa. La atesoré para conservar tus motivadoras palabras y tu dulce voz. Pensaba devolvértela en nuestra próxima cita, pero me temo que un encuentro no será posible. De momento..."

Rezaba la nota al interior, escrita con una perfecta caligrafía. Los ojos casi se le salen de sus órbitas a la morena cuando se topó con su pequeña grabadora de voz que por días estuvo buscando, pero jamás intuyó que se la hubiese adueñado el payaso. Estaba confundida. En shock.

Se llevó su mano libre a la boca, reprimiendo un chillido de horror. ¿En qué diablos estaba pensando ese maldito payaso? Si seguía así iba a meterla en problemas.

Conway todavía no regresaba del operativo, así que Pogo, adueñado de la oficina del superior y aprovechando que las cámaras de seguridad se hallaban desactivadas en ese sector del edificio debido al mantenimiento, se apresuró a buscar entre sus archivos de la computadora y documentos impresos, como perro hambriento que rebusca un bocado entre la basura, el nombre del que sería el desafortunado que sustituiría a Markle.

Aún no lo conocía, Conway aseguraba que sería en los próximos días, pero su ansiedad lo empujaba a saber un poco del susodicho. Gracias a que el día anterior había espiado las contraseñas del Sargento era que pudo acceder fácilmente.

━Arthur Ross ━leyó el archivo en PDF━. Psicólogo egresado con honores, bla, bla, bla... ... ... ¿Qué carajo? ¡Si es un novato!... Sin duda Conway es un imbécil cuando se lo propone.

Pasó la información a una USB personal por si a caso. Ahora sabía su nombre, su pseudónimo, contactos personales, domicilio entre otras cosas. Sería fácil tenerlo en la mira.

Aún no lo decidía, pero entre sus planes estaba matarlo. Tenía que pensarlo bien, pero un nuevo freno entre él y la libertad era algo que no iba a permitir bajo ninguna circunstancia. Ya no.

Una extraña comezón, misma que ya había experimentado antes, abordó su cuerpo cuando una idea empezó a tentarlo de manera exagerada, insistente.