All this green around us (Omegaverse) [L.S]

Capitulo 5

El no predecía las cosas, ciertamente ninguna. Dios no era un maldito psíquico.

Pero así como no predijo viajar al amazonas, no predijo terminar sentado en el asiento del frente de Harry y mucho menos predijo las horribles turbulencias que se presentaron a penas empezaba el viaje.

Habían despegado hace poco y las señales de cinturón de seguridad aún estaban prendidas, lo que significaba que aún venían más turbulencias y por lo tanto los nervios del omega de Louis, arrasaban al ojiazul como un tren de pies a cabeza.

Apretó sus ojos con fuerza mientras sentía una leve sacudida más no tan violenta como las otras veces.

Al lado suyo no había nadie, bueno en el asiento del medio no había nadie. En cambio al otro extremo se encontraba un señor de edad que dormía plácidamente roncando como si estuviera en una cama de seda hecha para el mismísimo Rey de Roma.

Otro movimiento más fuerte hizo que una oleada del olor de Louis saliera temeroso sin permiso del castaño. Claramente Harry había percibido el nerviosismo del Omega a penas había empezado el viaje.

Ahora eran más intensas y su alfa se removía intranquilo en su interior pidiéndole que vaya hacia adelante, abrase al omega y lo tranquilizara de una vez. Pero como siempre su racionalidad siempre reinaba en su cuerpo.

Vio las manos de Louis apretarse contra los brazos de la silla con fuerza debido a que llegó otra turbulencia mucho más fuerte que las otras, y fue cuando sin querer deslizó su mano por en medio de los asientos logrando alcanzar la muñeca de Louis, frotándola con cuidado de no asustarlo.

Continuo acariciando la muñeca del Omega con cuidado, notando que el ojiazul suavizaba su agarre de a poco mientras relajaba más los músculos de los brazos.

Un movimiento brusco de un leve descenso asustó aún más a Louis.

Agarró la mano del ojiverde en un acto de impulsividad haciendo que ambos se tomaran de las manos mientras las turbulencias seguían molestando a los pasajeros en el interior.

Harry apoyó su frente en la espalda de la silla de adelante y Louis apoyando su nuca en la cómoda de la silla.

Cerro los ojos un rato relajándose notando que los movimientos comenzaban a cesar cuando se volvieron casi imperceptibles y la luz de cinturón se apagó. Suspiro y al darse cuenta que tenía la mano del rizado unida a la suya, la desenredó rápidamente sentándose derecho en su asiento. Frunció el ceño y no volvió a moverse o atreverse a girar la cabeza hacia atrás sabiendo que iba a estar el alfa de rizos ahora alborotados.

Harry sintió la decepción de su alfa al dejar de sentir la mano del omega unida a la suya. Se sentía menos cálido y solitario. Bufó derrotado, se acomodó en su asiento cayendo en un repentino sueño.

...

La voz de los parlantes lo despertó, sintió su mejilla chocar con algo levemente frío y liso. Abrió los ojos notando que durante su sueño se había movido involuntariamente pegando su rostro a las paredes del avión. Se enderezó y giró su cabeza hacia la ventana.

Miró las nubes que se despejaban levemente dejando ver un manto de puntos con distintas tonalidades de verdes y azules cubrir el gran horizonte que podía observar desde la ventana.

Estaba en el Amazonas y por mucho que insistió en no venir, se sentía emocionado ante la idea de conocer dicha selva.

...

—Bien necesito que todos hagan un circulo aquí para que podamos ver sus compañeros de cabañas—

Después de subirse a un bus relativamente pequeño y casi sofocante, llegaron al supuesto campamento ubicado en el centro de la selva. Durante el viaje Louis se había hipnotizado con toda la naturaleza llena de vida pasando a gran velocidad a través de la ventana del bus. Eran a penas las seis de la tarde y el sol no daba indicios de querer ser remplazado por la luna.