Dio Brando es un abogado de 27 años, que tiene que cuidar a sus cuatro hijos: Giorno, Donatello, Ungalo y Rikiel. Ellos le dan aliento para vivir el día a día, puesto que en el amor, no le ha ido muy bien.
∆Stands: Si, pero no tienen mucha relevanci...
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Dio había empezado a planear algo que rondaba en su mente por mucho tiempo, quería proponerle matrimonio a su dulce cereza, aunque aún no comprendía del todo la afición de la pelirroja por estas; fuera de eso, buscaba hacer algo que la sorprendiera, fuera creativo y más que nada que le agrade, hizo una lista con posibles ideas, pero ninguna parecía agradarle a tal punto en el que se sintiera que se lo merecía.
Pasaron unos días y luego de charlar con algunos de sus amigos y amigas más cercanas logró tener la idea perfecta, el anillo era lo de menos, lo más importante es que le aceptará, después de todo su relación no iba mal y hasta ahora no habían tenido alguna pelea seria, sino más bien absurdas por cosas como "el tiempo que cada uno juega videojuegos" o "quien se merecería comer más cerezas o porque ya no había ninguna en la nevera", nada fuera de eso. Aunque no podía evitar estar un tanto nervioso y preocupado, ya lo había hecho antes, pero ninguna se compara a otra, aún tenía cierto temor de perderla y no quería pensar negativamente ni mucho menos ser egoísta, ella era diferente, y eso se lo aseguraba cada día.
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—¿Qué tal si este fin de semana vamos a la playa?— habló con una sonrisa mientras la abrazaba por la espalda, mientras la veía picar unas verduras
—Es una buena idea— sonrió —Tengo mucho tiempo sin ir a una ¿Los niños irán a casa de tu mamá?
—Claro, ya hace mucho que no ven a su abuela después de todo— la primera parte de su plan estaba ahora completa, lo demás solo era cuestión de suerte, sonrió para si mismo, la emoción fluía por su cuerpo.
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Habían alquilado una habitación en uno de los hoteles frente a la playa, el atardecer se notaba cercano y aunque la pelirroja le dijo que mejor descansaran por ese día él se negó, no podría retrasar su plan, así que se cambiaron para dirigirse a la playa, un momento bastante complicado para él mismo. Quizá no se lo había hecho notar a la contraria, pero cada vez que le veía usando prendas sumamente cortas o alguna de sus camisas no podía evitar excitarse ¿Y quién no? Si el bastardo de Telence andaba detrás de ella así como muchos otros debió ser no tan solo por su personalidad, tenía un cuerpo espectacular, hasta el mismo se cuestionó de si alguna vez había visto una cintura tan delgada como la de ella, conjunto con unas tonificadas piernas y de los pechos ni hablar, mentalmente debió calmarse muchas veces si quiso llevar la situación más allá, porque él mismo se había propuesto respetarla hasta que se casarán, pero eso era cada vez más difícil, algunas veces dormir con ella también era un problema ¿Quién en su sano juicio no duerme con al menos pijama? O de seguro lo andaba provocando... Quizá... Bueno para ser precisos ese era el problema, el traje de baño que se había puesto resaltaba todos sus atributos ¿Dónde había comprado ese traje? ¿Acaso lo diseñaron específicamente para provocarle problemas en un punto que en ese mismo instante no podía resolver?
