Tercera generación - Harry Potter ❤ Un accidente...Una oportunidad

Graham VII Montague

-¡siguiente!- se oyó la voz amplificada de Dumbledore.

De la mesa de la tercera generación se levantó otro encapuchado de mediana estatura, con un andar aristocrático, como si fuese un Dios, camino hacia el mini escenario.

-Buen día Hogwarts del pasado- saludo con algo de desden- con ustedes el mejor, el único, un sangre pura de pies a cabeza- dijo con toda arrogancia de alguien que se creé superior a todos.

Los chicos ya presentados rodaron los ojos, el chico quien se iba a presentar no era del agrado de nadie, más que de una pelirroja que sonreía con petulancia.

-Con ustedes Graham VII Montague- exclamó, desprendiendose de la capa que lo cubría, develando a un apuesto niño de cabello negro cómo la noche, tez blanca, de bellos ojos avellana y pecas muy marcadas.

Aquel niño era como ver al guardián del equipo de Slytherin, claro que con unos años menos, lo único que no coincidía era aquellos expresivos ojos avellana y las pecas en su rostro.

-¿Eres mi hijo?- preguntó el Slytherin de sexto año con algo de desagrado, ¿donde había quedado los ojos color noche característica de los Montague?

-Porsupuesto padre- respondió el pelinegro con una postura seria.

-Me imagino que tu madre es una sangre pura, de gran status, ¿no es asi?- preguntó el pelinegro mayor, Fred II, Louis y Lorcan, no aguantaron las risas y estallaron.

-¡Callense malditos traidores a la sangre!- espetó el pelinegro para orgullo de su padre y que el resto frunciera el seño- Mi madre es una extraordinaria mujer, una digna sangre pura no cómo otras- presumió con petulancia- bueno antes de decir el nombre de mi madre terminaré con mi presentación.

-Como decía, mi nombre es Graham VII cómo mi padre y antepasados, tengo 13 años, pertenezco a la mejor casa de todas...¡¡SLYTHERIN!!- chillo cual sombrero seleccionador, la casa de Salazar estalló en aplausos, exceptuando a algunas personas claro, su padre era el más orgulloso.

-Mi materia favorita es DCAO y mi hobbie son el estudio de las artes oscuras- mencionó con superioriedad- soy el actual guardián del equipo, desde que se fue ese traidor a la sangre- agregó con desprecio, viendo de reojo a Louis.

-Mis padrinos son Cassius Warrington y Olivia O'Brien- los mencionados le agradecieron a su amigo.

-Bueno, ¿que más?

-Di el nombre de tu madre- se oyó la voz de Louis, el pelinegro lo fulminó con la mirada.

-Lo mejor para el final- declaró con una sonrisa de superioridad que ocultaba que solo estaba retrasando el tiempo.

-Mis mejores amigos son Terence Warrington, Miles II Bletchley y porsupuesto la bella Rose- agregó guiñándole un ojo a su prima favorita.

-¡¡Ya me puedes decir quien es tu madre!!- interrumpio su padre.

-Desde luego padre, mi madre es la espléndida y sin igual, Ginevra Montague- dijo con orgullo.

-Se te olvido decir que es una Weasley,  o acaso te da vergüenza- pico Ethan Zabini.

- ¡¡¿Una Weasley?!!- a Graham VI, ya se le estaban yendo los colores de la cara, ¿que clase de broma?, ¿una pobretona? ¿una traidora a la sangre?

Por otro lado Ginevra estaba con una mueca de desagrado, que ocultaba su emoción, los Montague eran una familia adinerada y prestigiosa, involucrados con las artes oscuras, pero eso no importaba, al fin tendría la vida que merecía- sonrió con arrogancia más para si.

Los señores Weasley, por otro lado estaban preocupados por su pequeña hija, esa familia no tenia una buena reputación.

-No te preocupes padre, mi madre no es una traidora a la sangre, cómo su familia- dijo mirando con desdén a los Weasley- y respecto al status es la jugadora estrella en el equipo de las Arpías de Holyhead, toda una dama de sociedad admirada y respetada.

Graham VI, dirigió la mirada hacia la mesa de Gryffindor, la pelirroja no era para nada fea, era una mujer exuberante de curvas delicadas, después de todo con un poco de ropa cara podría pasar como toda una dama de alta cuna- sonrió para sí.

-Bien eso es todo de este hermoso espécimen- dijo con una sonrisa petulante- que pase mi princesa- agregó con superioridad, mandándole una mirada de odio a Ethan.

-En tus sueños, idiota- dijo una preciosa voz femenina, desde la mesa de tercera generación, haciendo que varios chicos fulminen al pelinegro.

Hola bebes, ¿como están?, estamos ready

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