Tercera generación - Harry Potter ❤ Un accidente...Una oportunidad

Frank Matthew Longbottom

El encapuchado, camino hacía adelante situandose en el lugar que ocupaba Ethan, mientras el moreno retrocedia unos pasos.

-Buenas tardes Hogwarts del pasado-saludo con amabilidad, al quitarse la capa, develó a un hermoso pelinegro, de tez clara, expresivos ojos avellana, un poco más bajo que Ethan, muy parecido a un integrante de la orden del fénix, de la primera generación.

Augusta Longbottom casi se cae de espaldas, aquel muchacho era como ver a su pequeño Frank, sin darse cuenta una lágrima traicionera cayó, de aquella fría mujer- ¿Frank?- preguntó con recelo.

-Hola abuela- saludo con una bonita sonrisa, a Augusta se le arrugo el corazón, la misma sonrisa que le regalaba su pequeño Frank, antes de partir a Hogwarts, mientras tanto nuestro querido Neville, se hallaba en un completo shock, tanto que parecía que en cualquier momento se desmayaba.

Draco y Theo compartieron una sonrisa maliciosa- Oh, por Merlín, ¡Te casaste con Longbottom!- chillaron el rubio y el castaño, Blaise inmediatamente palideció, puso una cara de horror antes de caer desmayado al igual que Neville.

Ambos Slytherin empezaron a carcajearse de la cara que puso su amigo, mientras en la tarima, Ethan y el pelinegro negaban con la cabeza, conteniendo la risa, por otro lado Cissy y Emma retaron a sus hijos, por hacer ese tipo de broma al "inocente" de Blaise.

Astoria, fulminó con la mirada a sus amigos, luego saco su varita, lanzandole un "aguamenti" a Blaise, el moreno despertó confuso, pero al rememorar la causa de su desmayo, fulmino a sus mejores amigos.

*En la mesa de Ravenclaw

-Nevi?- trato de reanimarlo la castaña, el pelinegro había caído casi encima suyo, por suerte la pequeña Atenea, estaba con Sirius- Harry deja de reírte- reto a su "hermanito"- ayúdame, pesa mucho- pidio, casi suplicó.

El azabache aún entre risas, saco su varita y le lanzo un "enervate" a su amigo, Neville despertó con una mueca de haber tenido una horrible pesadilla.

-¿Te encuentras bien?- pregunto el azabache, Neville asintió cómo autómata, al ver que ya parecía recuperado pero no se movía, pregunto con algo de mofa- ¿Que tal esta el respaldar Neville?- interrogó, mientras su "hermanita" lo fulminaba con la mirada.

-comodo-respondio, no entendiendo bien la pregunta de Harry- muy suavecito y huele a Vainilla y Fresas- agregó el pelinegro, el niño que vivió empezó a reir como un poseso, risa que fue compartida por todo el G.C, que miraban con atención la escena.

-Nevi, en serio apreció que digas que soy muy suave, pero te importaría quitarte... ¡Me estas aplastando!- exclamó, casi gritando la castaña.

- ¡Oh por Merlín!, lo siento Herms, dijo quitándose inmediatamente, de encima de su amiga, muy apenado.

*****
-¿Puedo continuar con mi presentación?- pregunto el pelinegro, en la tarima, su padre y tíos asintieron.

-Bien, con ustedes el magnífico Frank II Longbottom, así es mi padre es Neville Longbottom, tengo 14 años, curso cuarto año y pertenezco con orgullo a la casa de... ¡Gryfindor! como mi padre y abuelos paternos, la casa de los leones aplaudió con entusiasmo a otro de sus integrantes del futuro.

-Mis materias favoritas son transformaciónes y pociones, también juego Quidditch en la posición de guardián- eso sorprendió a varios, incluido el mismo Neville- Herede las habilidades de mamá- explicó, al ver la sorpresa.

-¿se me olvida algo?- pregunto, varias personas levantaron la mano, Frank le dio la palabra a su tía Luna.

-¿Quienes son tus padrinos? Y ¿Cual es tu patronus?- pregunto la rubia de voz soñadora, con una bella sonrisa.