Tercera generación - Harry Potter ❤ Un accidente...Una oportunidad

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La brillante luna se alzaba imponente, haciendo un total descontraste con la situación que acontecía Inglaterra, terrible, catastrófica, plagada de dias grises, repleto de masacres, la figura delicada de espaldas a la alcoba, observaba el hermoso paisaje, ensimismada en sus pensamientos.

Por alguna razón se encontraba inquieta, no dejaba de estrujar sus manos, producto de la ansiedad, tenía una corazonada, sexto sentido o cómo se llame, desde que amanecio ese día, sentía dentro de sí que algo iba a suceder.

Movío la cabeza tratando de alejar esos pensamientos que solo la acongojaban, sonrío para sí, pensando en lo más bonito que le había sucedido hasta el momento, estaba embelezada con la idea, pero definitivamente la situación no estaba a su favor, no podía controlar los pensamientos negativos, que ultimamente eran recurrentes.

El miedo era palpable, tenia muchos temores, la incertidumbre la rebasaba, llevaba lo que parece ser mucho tiempo sin mantenerse al tanto con sus amigos.

Londres magico no era seguro, confinada en su enorme casa, sin mantener comunicación alguna con sus amigos, pero sobretodo con él, estar diatanciados había disipado cualquier duda, de alguna manera ese caracter tan suyo, esa chispa que siempre la hacía perder los estribos mediante sus elocuentes bromas o las ocurrencias la había atrapado.

Estaba irremediablente atrapada por esos ojos tan misticos, con un brillo singular.

Londres era un caos total, Voldemort estaba tomando fuerza, en todo su auge, había logrado aliarse con muchos de los sagrado 28. Si bien es cierto que su familia no pertenecia a ese circulo, tenía renombre dentro del ministerio.

Es por eso que su padre había tomado decisiones drasticas para su seguridad,

Tan ensimismada en sus pensamientos, se llevo un susto demasiado fuerte al escuchar un gran estallido que abrío de par en par las rejas de la casa.

Era impemsable creer que las protecciones que el mismo Dumbledore había colocado, hayan caido, un frió atraveso su espina dorsal, estaba en peligro.

Ppr instinto cobigo su prominente vientre, como si esa simple acción podría salvaguardar a la vida que dependia de ella.

Con un gran estruendo se abrío la puerta de su habitacion ingresando su madre, con una gran preocupación corrio hacia su hija para estrecharla en brazos, en seguido ingreso un angustiado y acelerado Michael, lanzando de inmediato protecciones a la puerta de la habitación.

_Nunca pude decirte lo orgullo que estoy de tí_ dijo Michael, mientras a lo lejos se escuchaban explosiones.

_padre_ atino a decir la joven, sintiendo las lagrimas, esto sonaba a despedida.

_No llores cariño le hara daño a la bebé_ comento con una gran sonrisa, la joven lo vio con incredulidad.

_Será una niña_ expresó con tal seguridad que no daba pie a refutar_ ¡será una niña!_volvio a decir incandose y colocando su mano en el prominente vientre_ Mi pequeña princesa, soy tu abuelo, luz de mis ojos seras muy feliz, cuida de tu madre_ fue lo ultimo que dijo antes de posar un beso en el estomago de su hija.

_Es momento_ expreso, asintiendo en dirección a su esposa, esta asintio sin un apice de duda en sus preciosos ojos verdes.

La joven los observo confundida, a la vez alarmada, los estallidos se escuchaban cada vez más cerca.

Michael lanzo un destello violeta hacia la pared opuesta, surguiendo de la nada, una especie de pasadiso secreto, la oscuridad se extendía a lo largo, no pudiendose apreciar a simple vista el final de aquel lugubre tunel.

_Escuchame cariño_dijo llamando la atención de una impresionada joven_ debes salir de aqui, las protecciones no duraran por más tiempo_ agrego al ver que su hija queria refutar.

_Iras con tu madre_ sentencio ante su esposa que negaba con los ojos.

La mujer adulta insto a su hija a ser la primera en entrar al pasadizo, quedandose esta en el umbral, la joven al no sentir los pasos de su madre, volteo con dificultad por el estado avanzado de su embarazo, viendo defrente la mirada determinada de su progenitora_ te amo_ fue lo que alcanzo a decir la ojiverde, para despues bloquear el pasadizo.

No era tiempo de llorar, dentro de sí sabía que no volvería a ver a sus padres jamás, oh santo merlin y sus hermanos.
Compungida en lagrimas, posando sus manos sobre su vientre, prometio ser fuerte, que el sacrificio que habian hecho sus padres y hermanos no iba ser en vano.

Dicho esto lanzo un lumus y empezo a avanzar a travez del pazadiso, no sabia a donde ir, pero tenía que huir de inmediato de este lugar.