El pilar más fuerte caerá,
y con él, un gran reino perecerá
Con base en engaños y mentiras dos grandes familias la guerra podrían desatar
¿Será que el odio desmedido y viejos rencores en ruinas todo dejarán?
¿O la piedad a mano del menos esperado la...
Viejos recuerdos dañarán su presente El dolor de la traición llena sus mentes
Un amor que no parece suficiente Y una guerra que es inminente
¿Será que aquello logrará separarlos para siempre?
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La noche era extrañamente fría, ¿o tal vez sólo era él?, ahora no importaba. El sonido de sus pasos sobre el pulcro suelo eran lo único que reinaba en los solitarios pasillos, aquel silencio sepulcral era preocupante, lo ponía aún más nervioso.
Acomodó nuevamente su bata y tiró de su cabello con desespero, ¿por qué tardaban tanto?, ¿Por qué nadie salía a decirle nada?
Jugaba con sus dedos debido a los nervios, esto no estaba bien. La noche solo seguía su curso, las antorchas que iluminaban aquel pasillo se consumían lentamente haciendo que el pasillo se llenará de más oscuridad dejando el ambiente aún más lúgubre. Todo había pasado tan rápido.
Taehyung llevaba días raro, ignorandolo más de lo habitual, pero esa noche ambos habían hablado, mas una pequeña discusión pero después de meses Taehyung había dormido con él, todo estaba bien pero no fue mucho después de irse a acostar que el rubio lo había despertado pidiéndole que llamará al médico.
Fue hasta ese momento que notó la humedad en las sábanas y el semblante preocupado de su esposo. Taehyung había entrado en labor de parto, salió de la cama llamando a un par de guardias, pidió que trajeran al médico y sus asistentes, que prepararan todo. Salió del cuarto buscando entre los compartimentos de su extensa habitación a Wheein y Beom-Gyu. Sabía que Taehyung se negaría a que alguien más lo ayudará si no eran esos dos.
Cuando regresó a la habitación con TaeHyung, el rubio tenía una mueca de dolor en su rostro y el médico comenzó a gritar órdenes antes de que lo sacaran de la habitación. Ahora esperaba a las puertas de sus aposentos, debido a lo extenso de la habitación, y los diversos cuartos que la conformaban, le era casi imposible oír algo de lo que pasaba.
—Kook.
Levantando la mirada se encontró con HuningKai, su primo se acercó rápidamente a él.
—¿Cómo está TaeHyung?— le preguntó el menor que miraba de forma nerviosa la puerta de la habitación así como los guardias que la custodiaban.
—No lo sé— negó cansado —No me han dicho nada.
Kai lo abrazo por los hombros dejando que se apoyara en su cuerpo.
—Va a estar bien— aseguró en voz baja.
JungKook cerró los ojos —Eso no lo sabemos, el médico ya nos había dicho que muchas cosas podían salir mal.
